Gonzalo de Berceo
Duelo de la Virgen
A mayor mi quebranto e mayor mi pesar
movióse el aljama toda de su lugar:
entraron a Pilatos por consejo tomar,
que non se lo pidiesen por discípulos furtar.
Recudíoles Pilatos a esos gurriones,
ca bien lis entendía ellí los corazones:
"Ásaz habedes guardas e fardidos peones,
guardar bien el sepulcro, contrabandi canciones."
Tomaron el sepulcro vestidos de lorigas,
diciendo de su boca muchas sucias nemigas,
controbando cantares que non valian tres figas;
tocando instrumentos, cedras, rotas e gigas.
Duelo de la Virgen
A mayor mi quebranto e mayor mi pesar
movióse el aljama toda de su lugar:
entraron a Pilatos por consejo tomar,
que non se lo pidiesen por discípulos furtar.
Recudíoles Pilatos a esos gurriones,
ca bien lis entendía ellí los corazones:
"Ásaz habedes guardas e fardidos peones,
guardar bien el sepulcro, contrabandi canciones."
Tomaron el sepulcro vestidos de lorigas,
diciendo de su boca muchas sucias nemigas,
controbando cantares que non valian tres figas;
tocando instrumentos, cedras, rotas e gigas.
Por empezar ¿no serás la Eloina que conozco? El monje Gonzalo de Berceo es el autor del texto en castellano antiguo que figura en literatura española. Si eres la Eloina madrileña y admiradora de Asturias, te mando un gran abrazo y si no lo eres, felicito a esa otra eloina por los trabajo que figuran publicados aquí.
DOLOR DEL ALMA
Si pudiera mi alma escribir su pesar
de una lágrima calma serviría su humedad
como tinta sincera donde poder mojar
el dolor de mis penas y tristeza de amar
por quien no se merece mi doliente pesar.
Alma dolorida, no escapes del cuerpo,
no des a tus heridas el bálsamo de amar,
amor que pasajero no dura una vida
heridas más profundas con saña causará.
Alma inmortal que llora desengaños,
sabes de la derrota que te roba la paz,
disimula si puedes tu agonía,
que no te vea nadie tus penas llorar.
Alma desventurada de la luz olvidada,
en tu profunda sima ahogándote estás,
cubre tu faz penosa del cruel desconsuelo
en que ruin desvelo hunde tu libertad.
No llames a la Parca, es triste compañera;
boga en blanca barca por mares de ilusión,
que quizás algún día, tal vez no muy lejano
puedas volver a amar con fe y con pasión.
Si pudiera mi alma escribir su pesar
de una lágrima calma serviría su humedad
como tinta sincera donde poder mojar
el dolor de mis penas y tristeza de amar
por quien no se merece mi doliente pesar.
Alma dolorida, no escapes del cuerpo,
no des a tus heridas el bálsamo de amar,
amor que pasajero no dura una vida
heridas más profundas con saña causará.
Alma inmortal que llora desengaños,
sabes de la derrota que te roba la paz,
disimula si puedes tu agonía,
que no te vea nadie tus penas llorar.
Alma desventurada de la luz olvidada,
en tu profunda sima ahogándote estás,
cubre tu faz penosa del cruel desconsuelo
en que ruin desvelo hunde tu libertad.
No llames a la Parca, es triste compañera;
boga en blanca barca por mares de ilusión,
que quizás algún día, tal vez no muy lejano
puedas volver a amar con fe y con pasión.