Los gobernantes actuales son unos ineptos, pero la oposición está cuajada de incapaces. Así que lo mismo da. La solución sería echar a patadas a unos y otros y dejar las riendas del Poder en manos de personas honorables, comprobadas adecuadamente. Lo demás que se diga sobre el asunto son aguas de borrajas. En eso se apoyan los políticos para medrar como medran y no querer abandonar sus sillones ni a la de tres.
O sea, como dice la canción: ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio.