Lo de siempre. El problema no es del que cuenta lo que quiere, el problema es del que se lo cree, porque somos adultos, tenemos sentido común, miramos alrededor nuestro, y sacamos nuestras propias conclusiones. Si después de todo ésto seguimos creyendo las mentiras que nos cuentan, el problema es nuestro.
En la vida de cada persona surge un momento en el que se pregunta sobre sus logros alcanzados. Es muy triste para aquellos que no consiguieron realizar nada que los acercara a Dios. Esta tristeza es muchísimo mayor después de muerto el cuerpo, cuando comprueba su proximidad o lejanía de Él.
Yo me pregunto con cierta asiduidad lo que hago, lo que siento, si puedo cam biar a mejor, etc., lo de los logros alcanzados como que no me importa tanto. Además, yo si realizo muchas cosas que me acercan a los demás, y no me produce en absoluto tristeza pensar en que después de muerta estaré aquí o allí.
Tu eres como eres, y yo soy como soy. ¿Por qué estás tan empeñado en cambiar a la gente?, igual el que tiene que cambiar eres tu, que te crees que tienes la verdad absoluta.
Lo malo de la gente radical es que no admite nada que no pase por el tamiz que ellos creen que es el verdadero.
Tu eres como eres, y yo soy como soy. ¿Por qué estás tan empeñado en cambiar a la gente?, igual el que tiene que cambiar eres tu, que te crees que tienes la verdad absoluta.
Lo malo de la gente radical es que no admite nada que no pase por el tamiz que ellos creen que es el verdadero.