La Biblia es un buen libro sagrado que contiene una excelente harina para hacer un estupendo pan. En especial los Evangelios. Es atacada por personajillos que no tienen ni base ni fundamento, sólo una idea mezquina en sus mentes descontroladas. Si se analiza con detenimiento los escritos bíblicos se puede comprobar que, aparte de las manipulaciones, contienen una esencia que permite evolucionar, cosa que, al fin y al cabo, es lo que interesa.