Los niños de ayer y de hoy. (A los abuelos)
Se cambió el cabás por la mochila,
el catón por el ordenador.
Los libros de papel malo
-sin un dibujo siquiera-
por maravillosos tomos de color
-que valen seis mil pesetas-.
Hoy el bocata alucinante.
Ayer, el pan con chocolate.
Hoy, audiovisual que da gloria,
ayer tostón del libro de historia.
¿Recreo? No había sitio
-nuestro colegio era un piso-
¿Deporte?... no existía eso,
hoy canchas de tenis, fútbol,
baloncesto.
Los niños de hoy,
¿sabrán más mañana?
-no sé. Pero me alegro, me doy cuenta
de qué tienen de todo lo que no teníamos
en los años cuarenta.
Gloria fuertes.
Se cambió el cabás por la mochila,
el catón por el ordenador.
Los libros de papel malo
-sin un dibujo siquiera-
por maravillosos tomos de color
-que valen seis mil pesetas-.
Hoy el bocata alucinante.
Ayer, el pan con chocolate.
Hoy, audiovisual que da gloria,
ayer tostón del libro de historia.
¿Recreo? No había sitio
-nuestro colegio era un piso-
¿Deporte?... no existía eso,
hoy canchas de tenis, fútbol,
baloncesto.
Los niños de hoy,
¿sabrán más mañana?
-no sé. Pero me alegro, me doy cuenta
de qué tienen de todo lo que no teníamos
en los años cuarenta.
Gloria fuertes.
ROSALÍ. Es cierto, allá por los años 40 y parte de los 50, carecíamos de muchas cosas escolares. En los pueblos no había escuelas con patio de recreo. ¿El recreo? Se hacía en la calle, bien es cierto que tampoco pasaba un coche por allí, no había peligro. Me identifico con muchas cosa dichas por Gloria Fuertes.
Un saludo.
Un saludo.
Nosotros si teníamos escuela, (en comparación al piso de Gloria) pero el patio era la calle, como tu dices, y sin sevicio, teniamos que llevarlo "hecho" de casa, y para una urgencia saldríamos corriendo a casa, como el pueblo es pequeño, ahora, no sé cómo llegaríamos, ¡cuántas carencias ¡es al comparar con lo de ahora cuando nos damos cuenta, entonces nos parecía normal.