Muchas felicidades poetas, a todos y todas, sin distinción. Me gustan cómo escribís con sentimiento y con mucho amor que rezuma de vuestros versos. Aquí hoy mi pequeña contribución a la vida.
Un saludo
SOLIDARIDAD
Es una palabra compuesta
de otras muchas en compañía.
El sol se asoma cada día
y luce, alienta cada esperanza.
Brotan las semillas enterradas.
Se enredan en la tierra y una fuerza
las empuja a salir en busca
de tallos, hojas y un sol tibio;
las hace florecer al alba.
El milagro no acaba
con las flores mustias, yertas
y en el ocaso, con el último
suspiro llega el esperado fruto.
La flor no está sola cuando muere.
Dentro, su esencia la alimenta.
El sol se queda en la flor
y ahí está el fruto pleno
real y esférico. Pétreo,
sólido y apetecible siempre.
Que nace cuando una sonrisa
se cruza en tu camino y brilla.
Alza el vuelo unida a otras,
la tuya, la mía, y el destino
las abraza, las teje y siembra;
una vez en tierra, de nuevo
germinan, nacen, crecen, iluminan
un hermoso campo de ilusiones
florecen alimentando sueños,
flores únicas se enlazan y trenzan
una hermosa estrella que no muere
y a poco se convierte
en campiña para saciar hambres.
Al final del prodigio natural,
sencillo, humano, cálido y esperado
aparece esculpido en un bloque de granito,
compacto, sólido, que ayuda;
queda solidaridad.
Carmen García ... (ver texto completo)
Un saludo
SOLIDARIDAD
Es una palabra compuesta
de otras muchas en compañía.
El sol se asoma cada día
y luce, alienta cada esperanza.
Brotan las semillas enterradas.
Se enredan en la tierra y una fuerza
las empuja a salir en busca
de tallos, hojas y un sol tibio;
las hace florecer al alba.
El milagro no acaba
con las flores mustias, yertas
y en el ocaso, con el último
suspiro llega el esperado fruto.
La flor no está sola cuando muere.
Dentro, su esencia la alimenta.
El sol se queda en la flor
y ahí está el fruto pleno
real y esférico. Pétreo,
sólido y apetecible siempre.
Que nace cuando una sonrisa
se cruza en tu camino y brilla.
Alza el vuelo unida a otras,
la tuya, la mía, y el destino
las abraza, las teje y siembra;
una vez en tierra, de nuevo
germinan, nacen, crecen, iluminan
un hermoso campo de ilusiones
florecen alimentando sueños,
flores únicas se enlazan y trenzan
una hermosa estrella que no muere
y a poco se convierte
en campiña para saciar hambres.
Al final del prodigio natural,
sencillo, humano, cálido y esperado
aparece esculpido en un bloque de granito,
compacto, sólido, que ayuda;
queda solidaridad.
Carmen García ... (ver texto completo)