MIS RÍOS
A falta de mi pequeño río Ablanquejo, me entretuve con otros. De dos ríos de dos vegas: El Arlanzón y el Urbel. Como de la noche al día. El Arlanzón habita entre las sombras, y el Urbel a pleno sol del día.
¡Qué contraste de veredas, de pueblos que lo habitan! Me hice callada
música y un buen día: me puse a gritar de ira.
Esto es ya historia, pero hace unos días me invitaron a componer un
poema para el río Urbel, que al Arlanzón lo he puesto ya muy fino y a los que lo ensuciaron también.
Pero la palabra sirve para todo, para halagar y para concienciar o denunciar. Y por la Alcarria... menudos
poemas que trenzan. Ya os pondré uno que creo que es anónimo y me lo envió una burgalesa a mi correo.
¿Sabeis? que iba a publicar los míos pero será en otra ocasión. Que voy a buscar el que os digo, que no os defraudará nada.
¡Cómo se vuelven las tornas!
Un día regalamos los halagos y otro, nos los llevamos.
Besos