GOLPE A GOLPE
Bajo la sombra de tus montes heridos
tierra a tus lares mis
plantas poso,
camino hacia el mar
dulce reposo
para mis ojos cansados y doloridos.
He trizado el vaso de mi amargura
vertiendo la hiel de mi descontento,
desnuda voy en busca de sustento
paso a paso cavando mi sepultura.
Tu no has de marcar mi camino
como un reloj viejo y cansado,
quebrando los ejes de mi destino
como un gorrión triste y desolado.
Yo seguiré golpeándo el yunque
para forjar mi paso sin tu ceguera,
seré herrero labrador y sementera
sin que tu sombra mi labor trunque.
Y cuando florezcan las mieses de mi campo
haré un ramo de espigas doradas
y vendrán las aves con su dulce canto
ha
comer en mis manos ahuecadas.
La tristeza que hoy me enloquece
la enterraré en este mar norteño
y arrancaré con mis manos un leño
para quemar lo que mi paso enloquece.
Con el rechinar de mis huesos cansados
recordaré tu mentira y tu engaño
y cuando ya seamos demasiado viejos
tu recuerdo se habrá borrado con los años.
Luz Parras.