Buenas noches, amiga:
te imagino entre flores de la primavera argentina. Y aquí tenemos un otoño seco
De ahí que te mande este poema para ver si el soplo de la primavera nos manda un poco de agua que tanto sol ha dejado el nivel de los ríos bajo mínimos. Ya veremos cuando le de por llover si no nos harta.
LUNA SOBRE CANTOS DE RÍO
EN OTOÑO.
Hoy tenemos poetas la luna llena
imantada de vanos y celosías.
Nos mira perpleja, y se baña
en un río sin apenas agua
donde brillan los guijarros
con risueña luz y melodía.
Luces ambarinas entre sombras
se mecen en las secas riberas
mientras el otoño acumula hojas
caídas al viento de la tarde
llenando de hojarasca los caudales.
Seca la tierra, las hojas son de cera
que arde en la lejanía del ocaso.
Se confunden las hojas y los cantos
en un afluente sediento de lluvias.
Pide auxilio entre estelas de nubes
a los vientos que arrullen su aire.
La hojarasca ha confundido el lecho
de los álamos, ayer de verde plata,
hoy el oro pierde su candor lento
y su color reluciente entre susurros
al margen de una tarde cualquiera
que anochece y la luna alza su forma.
Carmen García
te imagino entre flores de la primavera argentina. Y aquí tenemos un otoño seco
De ahí que te mande este poema para ver si el soplo de la primavera nos manda un poco de agua que tanto sol ha dejado el nivel de los ríos bajo mínimos. Ya veremos cuando le de por llover si no nos harta.
LUNA SOBRE CANTOS DE RÍO
EN OTOÑO.
Hoy tenemos poetas la luna llena
imantada de vanos y celosías.
Nos mira perpleja, y se baña
en un río sin apenas agua
donde brillan los guijarros
con risueña luz y melodía.
Luces ambarinas entre sombras
se mecen en las secas riberas
mientras el otoño acumula hojas
caídas al viento de la tarde
llenando de hojarasca los caudales.
Seca la tierra, las hojas son de cera
que arde en la lejanía del ocaso.
Se confunden las hojas y los cantos
en un afluente sediento de lluvias.
Pide auxilio entre estelas de nubes
a los vientos que arrullen su aire.
La hojarasca ha confundido el lecho
de los álamos, ayer de verde plata,
hoy el oro pierde su candor lento
y su color reluciente entre susurros
al margen de una tarde cualquiera
que anochece y la luna alza su forma.
Carmen García