Juan: ...

Juan:
Fíjate que no necesito ni mirar al calendario para recordar el día que él dejó su vida en el holocausto. No, amigo.
Ayer no me acordaba de la fecha (que lo he tenido que mirar hoy en sus documentos últimos) y sin embargo le estaba contando de él a Fina. Yo me maravillo de que esto ocurra. Porque algo me dice que es el destino quien me avisa. Y siempre igual, una y otra vez, poniéndome en el lugar y en el tiempo en que se puede reaccionar, y no antes, ni después.
Lo que digan en los medios de comunicación... no me importa ya. Siempre hubo medios y a mi nunca me informó nadie, sino el destino.
Un día me puso un libro delante mío y lo cogí y lo leí y me fui despavorida. ¿Quien me lo puso ahí delante, si yo no tenía precisamente que leer en esa casa en la que solo limpiaba? Algo me llevó hasta ese libro y me dijo: "Léelo, que te pertenece, es tu historia ". Y lo hice.
Cada año florecen rosas para mi abuelo en mi jardín. Este año, esta blanca que corté ayer, y la única. No recordaba la fecha del último día de mi abuelo, y sin embargo cogí esa rosa para honrar su recuerdo ya que os contaba de su final tan desgraciado y su sufrimiento heredado. Y estaba esa flor ahí para consolarme de esa pena que no se olvida nunca y siempre rezuma por mi memoria pero debe ser así.
un saludo