"ME DUELE EL SUR"...

"ME DUELE EL SUR"

¡Cuánto me duele el Sur
en cenizas convertido!
por la furia del volcán
que de tanto gris
lo ha teñido.

Tantos animales muertos
en los campos desolados
de aquel ganado lanar
que sin lana se ha quedado.

¡Cuánta tristeza de la gente!
que como pérdidas de hijos siente,
la de ovejas, carneros y corderos
con sus cueros desangrados
y sin posibilidad de nutrientes.

No les llegan subsidios...
¡Cuánta insensibilidad!
¡Cuánta impotencia
en nuestros sureños! que sufren
ya sin fuerzas para reclamar.

¡Cuánta ceguera y sordera
frente a esta calamidad!

Venusina
14/11/11

HOY, YA ES NOCHE

Se murió aquel río de amor en los campos del Sur.
Las rosa que poco a poco fueron creciendo, palidecieron.
Los cantos de los pájaros se tornaron tristes
y las colinas se arroparon de silencios.
Apareció y cielo sin golondrinas ni vencejos...
cuando dejamos de decirnos muchas cosas
que poquito a poquito fuimos aprendiendo.
¿Que fue de nuestro mayo generoso en rosas?
Se alejó t se tornó en enero frío y yerto.
Un pesado silencio cayó por los viñedos
y se empaparon los campos de lágrimas de auroras.
En el tiempo, agazapadas las alondras se hicieron silencio

"Tu me amabas. Yo te amaba..."
Gritaría mucho tiempo la luz del viento:
antes de que todo se vistiera de lágrimas.
Gemían ausencias los senderos.
yla memoria también estaba de llano empapada.

"! Adiós días de amor en cantos de ruiseñores!"
Era la im'placable voz del tiempo
que gritaba a cada alba, a cada madrugada
y repetía "Amor te estoy esperando
en los vientos y el aire,
de mi mano en la tuya cuando ambas enamoradas
caminaban por el sendero entre zarzales.

Te estoy esperando
y aún escucho las voces
de abriles y mayos...

! Dios que pajarillos de recuerdos
piando entre flores!

Olía a hierbabuena la orilla del río...
Las ovejas:! Que bellones en balidos de amores
para siempre perdidos.
Volaban hasta el valle las tortolas.
Apuntaban hacia el cielo los trigos
En la tarde se alargaban las sombras.
la hierba era de un verdor reluciente
y allí nos tendimos, en el amor que nombra
y el amor llego a gritos, y de sed ardiente
bebimos... de su dulce fuente.

libertad. ... (ver texto completo)