Así es mi pueblo.
De ilusión también se vive.
¡Que bonitas cosas que describe!
Del campo lo ignoras casi todo,
se ve que nunca lo trabajaste,
aunque parece que de él si viviste.
Imaginación no te falte
y sigue dándole a la tecla
que si "libertad" te aconseja
descubriremos América.
América o lo que sea.
De ilusión también se vive.
¡Que bonitas cosas que describe!
Del campo lo ignoras casi todo,
se ve que nunca lo trabajaste,
aunque parece que de él si viviste.
Imaginación no te falte
y sigue dándole a la tecla
que si "libertad" te aconseja
descubriremos América.
América o lo que sea.
Pues te equivocas de medio a medio, mi madre que es la que escribe era labradora, hija nieta biznieta..... y sigue, unos años dejo de serlo, y no fue feliz porque nos trasladamos a León, pero vivió al terruño y volvió a ser feliz con su azada al hombro disfrutaba viendo crecer las patatas los garbanzos las Abas, los frejoles como llamamos en León a las judías verdes. Así que un respeto por favor
Perdona por no contestara antes.
Un saludo
Perdona por no contestara antes.
Un saludo
!"Como me justa eso de la azada al hombre. Y es que como yo digo no hay nada como las gentes de antes.
Y es que aunque moleste, voy a recordar, que yo no tuve tiempo de agarrar la esteba, si la hoz y la azada... y en la otra mano un lubro, de los pocos que había" y naturalmente faltaban los que quemaron.! Que desfachatez (y otras coas) de aquellas huestes franquistas e intolerantes. Pero es lo que había.
En esta época, pan y membrillo, o pan con nueces, era la merienda para todo un día en los campos donde el labriego arreaba a las yuntas, en la veja o en el llano entre pedregales.
Por cierto tengo un librito, del que nunca hablo (no se donde pasaron los otros, que data de los años 70, se llama: "Como silencio de rastrojos, de un tal J. M. deposito legal... cuyos `poemas hablan del campesino, arados, azadas, restrojos... y mil vivencias. Huele a emigración, huele a La alcarria y su dulce miel huele a vivencias niñas. Huela hasta a la maldita pólvora. habla del:
CAMPESINO
Alas puras, batir de alas de trigo,
afán inestingible en los caminos fatigosos.
Esos: los que agrandan el pan en las llanuras
tibias plumas creciendo a ras del suelo
Son los que se llaman silencio cuera arriba
manos encallecidas y abiertas al denuedo
y la miserias en penas muy uncidas
Ängeles tenaces y morenos
callando su pena inmerecida...
Todo esto y y mucho mas, crece en la tierra pequeña: en el himno ardiente de sonoras fuentes. en las nobles frentes, en la larga senda.
Tienpo habrá de desde la memoria agacharse en el surco y sudar de Sol a Sol.
Tiempo habrá de hablar como se teje la plaita. como hilvanar tristezas, y unas pocas y muy sanas alegrías, al amor de la lumbre, mientras bulle el puchero, que l ¡uego en la mesa alumbrada por un candíl sera todo verso.
! Feliz día!
Y es que aunque moleste, voy a recordar, que yo no tuve tiempo de agarrar la esteba, si la hoz y la azada... y en la otra mano un lubro, de los pocos que había" y naturalmente faltaban los que quemaron.! Que desfachatez (y otras coas) de aquellas huestes franquistas e intolerantes. Pero es lo que había.
En esta época, pan y membrillo, o pan con nueces, era la merienda para todo un día en los campos donde el labriego arreaba a las yuntas, en la veja o en el llano entre pedregales.
Por cierto tengo un librito, del que nunca hablo (no se donde pasaron los otros, que data de los años 70, se llama: "Como silencio de rastrojos, de un tal J. M. deposito legal... cuyos `poemas hablan del campesino, arados, azadas, restrojos... y mil vivencias. Huele a emigración, huele a La alcarria y su dulce miel huele a vivencias niñas. Huela hasta a la maldita pólvora. habla del:
CAMPESINO
Alas puras, batir de alas de trigo,
afán inestingible en los caminos fatigosos.
Esos: los que agrandan el pan en las llanuras
tibias plumas creciendo a ras del suelo
Son los que se llaman silencio cuera arriba
manos encallecidas y abiertas al denuedo
y la miserias en penas muy uncidas
Ängeles tenaces y morenos
callando su pena inmerecida...
Todo esto y y mucho mas, crece en la tierra pequeña: en el himno ardiente de sonoras fuentes. en las nobles frentes, en la larga senda.
Tienpo habrá de desde la memoria agacharse en el surco y sudar de Sol a Sol.
Tiempo habrá de hablar como se teje la plaita. como hilvanar tristezas, y unas pocas y muy sanas alegrías, al amor de la lumbre, mientras bulle el puchero, que l ¡uego en la mesa alumbrada por un candíl sera todo verso.
! Feliz día!