Con asombro de mirarte,
con admiración de oírte.
ni sé qué pueda decirte,
ni qué pueda preguntarte.
Sólo diré que a esta parte
hoy el cielo me ha guiado
para haberme consolado,
si consuelo puede ser
del que es desdichado ver
otro que es más desdichado.
Cuentan de un sabio, que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas yerbas que cogía.
¬ ¿Habrá otro más pobre y triste que yo?¬
Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta viendo
que iba otro sabio cogiendo
las ojas que él arrojó.
Quejoso de la fortuna
yo en este mundo vivía,
y cuando entre mí decía;
¿habrá otra persona alguna
de suerte más importuna?,
piadoso me has respondido;
pues volviendo en mi sentido,
hallo que las penas mías,
para hacerlas tú alegrías
las hubieras recogido.
Y por si acaso mis penas
pueden en algo aliviarte,
óyelas atento, y toma
las que dellas me sobraren.
Yo soi...
ROSAURA, LA VIDA ES SUEÑO, DE CALDERÓN DE LA BARCA.
con admiración de oírte.
ni sé qué pueda decirte,
ni qué pueda preguntarte.
Sólo diré que a esta parte
hoy el cielo me ha guiado
para haberme consolado,
si consuelo puede ser
del que es desdichado ver
otro que es más desdichado.
Cuentan de un sabio, que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas yerbas que cogía.
¬ ¿Habrá otro más pobre y triste que yo?¬
Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta viendo
que iba otro sabio cogiendo
las ojas que él arrojó.
Quejoso de la fortuna
yo en este mundo vivía,
y cuando entre mí decía;
¿habrá otra persona alguna
de suerte más importuna?,
piadoso me has respondido;
pues volviendo en mi sentido,
hallo que las penas mías,
para hacerlas tú alegrías
las hubieras recogido.
Y por si acaso mis penas
pueden en algo aliviarte,
óyelas atento, y toma
las que dellas me sobraren.
Yo soi...
ROSAURA, LA VIDA ES SUEÑO, DE CALDERÓN DE LA BARCA.