Buenas noches, Noemí: Que preciosa poesía, cuanto sentimiento encierra. No sé tú, pero yo, en una mayoría de ellas me identifico con el recuerdo de mi marido fallecido. Esto es algo que no puedo evitar. La mía no es comparada a la tuya, pero te la dedico con afecto junto a una de mis pinturas.
Un abrazo.
LA SENDA DE LA VIDA
Comencé mi andadura
por la senda de la vida
sin espinas ni guijarros,
con el ropaje ilusionado
de una eterna primavera.
Camino que se abría ante mi
como el lucero al alba,
horizontes limpios que soñaba
de grandes fantasías anheladas.
Más adelante encontraba
a alguien que me esperaba,
nos cogimos de la mano,
caminábamos dichosos
forjando sueños hermosos
llenos de vida y calor.
Todo pasó muy aprisa,
el uno para el otro y los dos
perdidamente enamorados
con un futuro prometedor.
Pero aquella senda florida
en un desierto se convirtió,
y en un recodo agazapada,
la suerte desafortunada
en sus redes nos envolvió.
Ahora lo que queda de su trayecto
camino con la triste soledad
sabiendo que en ningún momento
encontraré la perdida felicidad.
Y caminaré el resto tambaleante
resignada al destino frustrante
que te llevó de mi lado como viniste,
¿Sin darme cuenta!, ¡En un instante!
Yosefín
Un abrazo.
LA SENDA DE LA VIDA
Comencé mi andadura
por la senda de la vida
sin espinas ni guijarros,
con el ropaje ilusionado
de una eterna primavera.
Camino que se abría ante mi
como el lucero al alba,
horizontes limpios que soñaba
de grandes fantasías anheladas.
Más adelante encontraba
a alguien que me esperaba,
nos cogimos de la mano,
caminábamos dichosos
forjando sueños hermosos
llenos de vida y calor.
Todo pasó muy aprisa,
el uno para el otro y los dos
perdidamente enamorados
con un futuro prometedor.
Pero aquella senda florida
en un desierto se convirtió,
y en un recodo agazapada,
la suerte desafortunada
en sus redes nos envolvió.
Ahora lo que queda de su trayecto
camino con la triste soledad
sabiendo que en ningún momento
encontraré la perdida felicidad.
Y caminaré el resto tambaleante
resignada al destino frustrante
que te llevó de mi lado como viniste,
¿Sin darme cuenta!, ¡En un instante!
Yosefín
Tanto tu poesía, Fina, como la de Noemí, son preciosas. Tienen puntos en común, las dos muestran la añoranza ante la pérdida de un ser querido y... ¡encierran tanto amor!
Carmen Victoria, creo que es la primera vez que estás por aquí, salvo que yo no me haya daado cuenta.
Sé bien venida.
Sé bien venida.