Buenas tardes, Carmen: Mañana es tu santo, se celebra la Virgen del Carmen, y aunque un poco anticipadamente, te deseo muchas felicidades desde este punto minúsculo de la Comunidad Valenciana donde se encuentra Buñol; y en esta mañana de domingo, su Iglesia de San Pedro Apóstol, recé para ti una oración a los pies de la venerada Santa, para que sigas tan atenta con todos los que como yo, hemos tenido la suerte de relacionarnos contigo, y te colme de felicidad y amor.
Me gustaría ofrecerte un regalo que valiera la pena, pero yo no tengo más que mis versos, y te dedico el siguiente poema. Habla de las campanas de mi pueblo, en la torre de su mencionada Iglesia. Ojalá que sus voces puedan llegar hasta ti, como una celestial sinfonía, "que en este día", te haga feliz.
Gracias porque un día te encontré en mi camino, cuando indecisa y con cierto reparo, en este foro me introduje sin saber muy bien para qué, y no dudaste en darme la bienvenida y admirar mis humildes poesías, como sólo sabe hacerlo, una persona de sentimientos nobles y categoría.
¡MUCHAS FELICIDADES, CARMEN GARCÍA!
Un abrazo.
LAS CAMPANAS DE MI PUEBLO
Las campanas de mi pueblo
¡no son como las demás!,
son de la historia monumentos
tienen sonido a Catedral.
Santa María, San Venancio y Santa Marta,
tres luceros refulgentes
que atraen hacia el cielo mi mirada.
Son perennes testigos de actos diversos,
enraizadas en el alma de los buñoleros
con la fuerza que detiene los vientos,
invitándote al perdón y recogimiento.
Ellas nos traen la vida,
nos tocan a misas y fiestas,
también las horas
y nos acompañan a la sepultura.
Ellas son la voz en mis silencios,
su dulce carillón bordando va en mi mente
recuerdos y añoranzas de otros tiempos
que perdurarán eternamente.
Un día de su torre se bajaron
para llevarlas a restaurar,
y las tuve tan cerca de mis manos
que su viejo bronce pude acariciar.
Yo sentí una profunda emoción
pero Buñol por un tiempo mudo se quedaba
porque la voz de sus campanas se apagaba.
Las campanas de mi pueblo
¡no son como las demás!,
son caricia de Dios,
luz del alba, regalo del cielo,
fe, oración, Amor...
¡fiesta en el alma!
Yosefín
Me gustaría ofrecerte un regalo que valiera la pena, pero yo no tengo más que mis versos, y te dedico el siguiente poema. Habla de las campanas de mi pueblo, en la torre de su mencionada Iglesia. Ojalá que sus voces puedan llegar hasta ti, como una celestial sinfonía, "que en este día", te haga feliz.
Gracias porque un día te encontré en mi camino, cuando indecisa y con cierto reparo, en este foro me introduje sin saber muy bien para qué, y no dudaste en darme la bienvenida y admirar mis humildes poesías, como sólo sabe hacerlo, una persona de sentimientos nobles y categoría.
¡MUCHAS FELICIDADES, CARMEN GARCÍA!
Un abrazo.
LAS CAMPANAS DE MI PUEBLO
Las campanas de mi pueblo
¡no son como las demás!,
son de la historia monumentos
tienen sonido a Catedral.
Santa María, San Venancio y Santa Marta,
tres luceros refulgentes
que atraen hacia el cielo mi mirada.
Son perennes testigos de actos diversos,
enraizadas en el alma de los buñoleros
con la fuerza que detiene los vientos,
invitándote al perdón y recogimiento.
Ellas nos traen la vida,
nos tocan a misas y fiestas,
también las horas
y nos acompañan a la sepultura.
Ellas son la voz en mis silencios,
su dulce carillón bordando va en mi mente
recuerdos y añoranzas de otros tiempos
que perdurarán eternamente.
Un día de su torre se bajaron
para llevarlas a restaurar,
y las tuve tan cerca de mis manos
que su viejo bronce pude acariciar.
Yo sentí una profunda emoción
pero Buñol por un tiempo mudo se quedaba
porque la voz de sus campanas se apagaba.
Las campanas de mi pueblo
¡no son como las demás!,
son caricia de Dios,
luz del alba, regalo del cielo,
fe, oración, Amor...
¡fiesta en el alma!
Yosefín
¡Qué bonita poesía! Has hecho que la voz de nuestro pueblo llegue a todos con tus versos. Eres tan detallista con todos los que te rodean que te mereces lo mejor de lo mejor. Un beso, Fina.