SOBRE LA ARENA PARDA.
Desde esta palabra y otra quiero acusarme, en el sonido de las mil ausencias; que te llevo en el alma. Desde el desvelo. Desde mla ronca voz del tiempo, gritos de mil vientos, temblando de fatiga, soñando mil mañanas. Desde el desmayo, y todo lo que me habla de aquellos bellos días de aquella hermosa estancia. Desde el lamento del acto, desde el gran silenció y unas pocas palabras, me acuso que ya te amaba.
Relucía tus ojos. Relucían de amor; igual que en las olas relucían los besos de espuma. Y gual que cuando en nsu agonía, besaban la arena parda.
Habíamos caminado y respirabas mundos... soledades a llegar, largas y amargas. caminábamos en lo alto del acantilado: las olas chocaban en roncos suspiros, morían sobre las rocas, y mas allá resurcitaban tomando el relevo, olas hermanas... ¿Que importaban las olas, la espuma, o el agua, si mañana, mi amor, no tendría tu mirada? Mirada que espresaba tristura y deseos.. Mirada que buscaba la mía, como si un pájaro triste, mientras caminábamos entre rocas. mañana: Mañana no estaré-pensaba él- mientras manytenía la mano de ella angustiosamente apretada... muy mojado el corazón de tristeza, en dirección al agua.
Mañana marcharás y me quedaré sola. mañana me arderá la memoria, no tendre las flores de tu boca y la bahía azul, la veré nublada. No tendré ni un aroma de tu abril, no tendré nada mas que la fatiga de recordar que ayer estabas.
Eran enemigos del silencio, cuando caminaban por las hierbas secas y tronchadas, en una especie de brumosa estancia, que días atrás fuera azulada.
Y entre rocas, que herían su pies caminaban hasta que por fin accedieron, a la diminuta playa. Mil conchas de colores adornaban la arena diminuta y parda.
Se barzaron muy fuerte, sin alegría, con ansia. se estrujaban, mientras se desvertía, en medio de la tarde... las gaviotas, en lo alto, chillaban como si se burlaran.
mañana: mañana se har noche´poblada de visiones-mañana esperaré auroras, y la aurora de tu mirada... mañana caminaré por enormes montañas de arena blaca, bajo un sol implacable. Si, mañana estaré lejos, será mañana, que ya no jugaremos al amor... como cuando callabas y luego me inventaba palabras...
Mero nada esta muerto todavía: ven conmigo y escribiremos amor y esperanza; mecidos por las olas, bajo el agua, en milo besos y entre besos de espuma gritaremos silencios, de nustros ojos de nuestras miradas, aunque dolorosamente los cuerpos se busque, pensando en mañana.
Mañana: si, mañana, será un día a temblar en recuerdos y reclamae a silencios jardines de amor que crecieron en las olas, la espuma, la playa... y la mirada de tus ojos felices y empapados... sobre la arena parda.
libertad.
Desde esta palabra y otra quiero acusarme, en el sonido de las mil ausencias; que te llevo en el alma. Desde el desvelo. Desde mla ronca voz del tiempo, gritos de mil vientos, temblando de fatiga, soñando mil mañanas. Desde el desmayo, y todo lo que me habla de aquellos bellos días de aquella hermosa estancia. Desde el lamento del acto, desde el gran silenció y unas pocas palabras, me acuso que ya te amaba.
Relucía tus ojos. Relucían de amor; igual que en las olas relucían los besos de espuma. Y gual que cuando en nsu agonía, besaban la arena parda.
Habíamos caminado y respirabas mundos... soledades a llegar, largas y amargas. caminábamos en lo alto del acantilado: las olas chocaban en roncos suspiros, morían sobre las rocas, y mas allá resurcitaban tomando el relevo, olas hermanas... ¿Que importaban las olas, la espuma, o el agua, si mañana, mi amor, no tendría tu mirada? Mirada que espresaba tristura y deseos.. Mirada que buscaba la mía, como si un pájaro triste, mientras caminábamos entre rocas. mañana: Mañana no estaré-pensaba él- mientras manytenía la mano de ella angustiosamente apretada... muy mojado el corazón de tristeza, en dirección al agua.
Mañana marcharás y me quedaré sola. mañana me arderá la memoria, no tendre las flores de tu boca y la bahía azul, la veré nublada. No tendré ni un aroma de tu abril, no tendré nada mas que la fatiga de recordar que ayer estabas.
Eran enemigos del silencio, cuando caminaban por las hierbas secas y tronchadas, en una especie de brumosa estancia, que días atrás fuera azulada.
Y entre rocas, que herían su pies caminaban hasta que por fin accedieron, a la diminuta playa. Mil conchas de colores adornaban la arena diminuta y parda.
Se barzaron muy fuerte, sin alegría, con ansia. se estrujaban, mientras se desvertía, en medio de la tarde... las gaviotas, en lo alto, chillaban como si se burlaran.
mañana: mañana se har noche´poblada de visiones-mañana esperaré auroras, y la aurora de tu mirada... mañana caminaré por enormes montañas de arena blaca, bajo un sol implacable. Si, mañana estaré lejos, será mañana, que ya no jugaremos al amor... como cuando callabas y luego me inventaba palabras...
Mero nada esta muerto todavía: ven conmigo y escribiremos amor y esperanza; mecidos por las olas, bajo el agua, en milo besos y entre besos de espuma gritaremos silencios, de nustros ojos de nuestras miradas, aunque dolorosamente los cuerpos se busque, pensando en mañana.
Mañana: si, mañana, será un día a temblar en recuerdos y reclamae a silencios jardines de amor que crecieron en las olas, la espuma, la playa... y la mirada de tus ojos felices y empapados... sobre la arena parda.
libertad.
¡Muy bonito, Libertad! Te felicito. ¡Un abrazo!