Mi escuela, la recuerdo claramente:
Su puerta de cristales empañados
del vaho... y del polvo acumulados,
mi escuela, de recuerdos tan patentes.
"Armario biblioteca" ¿humildemente?,
encerado de máximas plagado,
un rincón con serrín acumulado
que alimenta la estufa refulgente.
Era mi escuela el templo de los sueños,
era mi escuela un templo de ilusiones:
Mi escuela, universo tan pequeño....
De avatares, alegrías y pasiones.
Sus libros, de secretos nuestros dueños
Y TESTIGOS DE NUESTRAS CONFUSIONES.
Noemí.
Su puerta de cristales empañados
del vaho... y del polvo acumulados,
mi escuela, de recuerdos tan patentes.
"Armario biblioteca" ¿humildemente?,
encerado de máximas plagado,
un rincón con serrín acumulado
que alimenta la estufa refulgente.
Era mi escuela el templo de los sueños,
era mi escuela un templo de ilusiones:
Mi escuela, universo tan pequeño....
De avatares, alegrías y pasiones.
Sus libros, de secretos nuestros dueños
Y TESTIGOS DE NUESTRAS CONFUSIONES.
Noemí.
Profundo, grandioso. Mencionas "universo pequeño" ¿te das cuenta que leyendo entras en él y es grande, inmenso?
No puedo detenerme. Tal tez vuelva a leerte. Los versos me han entrado, han escarbado en el tiempo, en esa escuela de cada día, en el descubrir, que quisioras encontrar mas palabras bellas y no encuentras las suficientes,
Y me retido, porque yo se llorar, que nadie se estrañe, yo se llorar a mi manera, y quisiera saber llorar mucho mejor, mientras me sumo en el mundo que yo me creo, mientras me evado, me escapo, de las inclemencias de dada día.
Lo sublime es un regalo que no siempre se encentra.
Nunca me han cansado algunas de mis emociones.
Si que me producen rechazo las estúpidas palabras, que a veces llevan una buena dosis de intolerancia...
Dejad al soñador que sueñe, esta huyendo... está buscando que algo le amanezca en medio de la escombrera, bajo nubes negras.
No puedo detenerme. Tal tez vuelva a leerte. Los versos me han entrado, han escarbado en el tiempo, en esa escuela de cada día, en el descubrir, que quisioras encontrar mas palabras bellas y no encuentras las suficientes,
Y me retido, porque yo se llorar, que nadie se estrañe, yo se llorar a mi manera, y quisiera saber llorar mucho mejor, mientras me sumo en el mundo que yo me creo, mientras me evado, me escapo, de las inclemencias de dada día.
Lo sublime es un regalo que no siempre se encentra.
Nunca me han cansado algunas de mis emociones.
Si que me producen rechazo las estúpidas palabras, que a veces llevan una buena dosis de intolerancia...
Dejad al soñador que sueñe, esta huyendo... está buscando que algo le amanezca en medio de la escombrera, bajo nubes negras.