NOCHE GITANA
Sónes de guitarra que en la noche el viento lleva
como un beso de amor, a la luz de las estrellas,
como una promesa rota, que de llanto los ojos llena.
Sónes de guitarra, ¡Tu cánto me eleva!
Y mi espíritu se pierde, en la noche mágica y bella.
Fuego de hogueras en la noche gitana
y un zapateo se escucha, al son de la guitarra,
y mi alma se llena, de anhelos y nostálgias,
¡Sale un grito de mi boca! Una súplica desesperada,
¡Que no muera la noche, que no llegue el alba!
con ella tu figura, se desvanece en la nada.
¡No os vayais queridas estrellas, no te vayas luna clara,
no vengas hermano sol, que contigo mi vida se apaga!
¡Dejad que siga mi sueño! Bailemos al son de guitarra,
¡Dejad que el fuego ilumine nuestras figuras enlazadas!
¡Sigue, sigue sonándo! ¡No te calles guitarra!
Que dicen que estoy loca y mi alma atormentada.
¡Quizá sí! Quizá sea desvarío, ¡Quererte como te he querido!
Más fué esa guitarra quien me trajo tu recuerdo en ésta noche clara,
que bien se mi amor, que bajo mis pies descansas
y que solo fué mi deseo el que vida en mi mente te daba
y que hermoso fué ver, ¡Como a mi lado estabas!
Bailando juntos otra vez, al son de la guitarra.
Más yo se que un día te dormiste en las aguas,
¡Tenían celos de mí! por que era a quien amabas
y en su regazo tranquilo, te durmiéron al son de una nána
devolviéndome tu cuerpo inerte, robandome lo que más amaba.
Ahora vago errante perdida en mi locura
llorando con amargura maldiciéndo aquel instante,
¡Que la mar te eligió para ser su eterno amante!
¡Calla, calla guitarra, no sigas adelante,
no rasgues esa copla, dejala en el aire!
¡Que se apague el fuego! ¡Que cese el baile!
¡Que duerme mi amor! Que no le despierte nadie.
Luz Parras.
Sónes de guitarra que en la noche el viento lleva
como un beso de amor, a la luz de las estrellas,
como una promesa rota, que de llanto los ojos llena.
Sónes de guitarra, ¡Tu cánto me eleva!
Y mi espíritu se pierde, en la noche mágica y bella.
Fuego de hogueras en la noche gitana
y un zapateo se escucha, al son de la guitarra,
y mi alma se llena, de anhelos y nostálgias,
¡Sale un grito de mi boca! Una súplica desesperada,
¡Que no muera la noche, que no llegue el alba!
con ella tu figura, se desvanece en la nada.
¡No os vayais queridas estrellas, no te vayas luna clara,
no vengas hermano sol, que contigo mi vida se apaga!
¡Dejad que siga mi sueño! Bailemos al son de guitarra,
¡Dejad que el fuego ilumine nuestras figuras enlazadas!
¡Sigue, sigue sonándo! ¡No te calles guitarra!
Que dicen que estoy loca y mi alma atormentada.
¡Quizá sí! Quizá sea desvarío, ¡Quererte como te he querido!
Más fué esa guitarra quien me trajo tu recuerdo en ésta noche clara,
que bien se mi amor, que bajo mis pies descansas
y que solo fué mi deseo el que vida en mi mente te daba
y que hermoso fué ver, ¡Como a mi lado estabas!
Bailando juntos otra vez, al son de la guitarra.
Más yo se que un día te dormiste en las aguas,
¡Tenían celos de mí! por que era a quien amabas
y en su regazo tranquilo, te durmiéron al son de una nána
devolviéndome tu cuerpo inerte, robandome lo que más amaba.
Ahora vago errante perdida en mi locura
llorando con amargura maldiciéndo aquel instante,
¡Que la mar te eligió para ser su eterno amante!
¡Calla, calla guitarra, no sigas adelante,
no rasgues esa copla, dejala en el aire!
¡Que se apague el fuego! ¡Que cese el baile!
¡Que duerme mi amor! Que no le despierte nadie.
Luz Parras.