NI NECIO NI COBARDE...

NI NECIO NI COBARDE

Yo quisiera bien tu sabes, gozar de paz y alegría,
más al mar van mis pesares y mis pies por tristes lares
arrastran la soledad mía.

¿De dónde vengo... ¡No lo se!
¿A dónde voy... ¡Igual dame!
No hay patria que me llame
ni corazón que me reclame
lo que fuí o lo que seré.

A mis espaldas no dejo deudas por pagar,
si por deudas bien entiendo
las de justicia y de reino
las de iglesia y las de altar,
¡Las de plata no las cuento!
Las llevo en el pensamiento
y esas, ¡Si que pesan en verdad!

Ni soy necio ni cobarde, ¡Tan solo uno más!
que la vida va enseñando
que barro eres y a la tierra vas.

De amores no queiro saber,
¡Grandes tristezas me dan!
que por culpa del querer
entre el y el ayer,
¡Solo tengo un gran penar!

Si bien miro solo veo ante mi una gran verdad,
¡Que al mundo poco le importa
el sufrir de los demás!

Amigos, ¡Quizá tuve!
conocidos, ¡Poco más!
por donde quiera que anduve
¡Alguien em recordará!

Si me recuerdan soy contento,
si me olvidan, ¡Igual me da!
el corazón ya no lo siento
de tanto y tanto penar.

¿A quien le importa mis penas?
¡A solo y nada más!
cada uno lleva las suyas
y entre todos a callar,
aunque las penas compartidas
son más suaves de llevar
y una palabra amiga
cuanto puede consolar.

Luz Parras.