CREPUSCULO
Cuantas veces he mirado el crepúsculo acercarse
sintiendo pena y nostalgia, y sin darme cuenta,
me he encontrado llorando al ver como el sol se esconde.
He caminado por senderos tan largos como el tiempo
cuando no hay una meta para detener los pasos.
He buscado entre abrojos el calor de una voz amiga,
he vertido el llanto de mis ojos ardiente como una herida.
He tendido las manos y las he recogido vacías,
he buscado a mis hermanos que se alejaron de puntillas.
Entonces me fuí a los montes y allí caí de rodillas,
rezando al Dios de los hombres con el alma hecha astillas.
Luz Parras.
Cuantas veces he mirado el crepúsculo acercarse
sintiendo pena y nostalgia, y sin darme cuenta,
me he encontrado llorando al ver como el sol se esconde.
He caminado por senderos tan largos como el tiempo
cuando no hay una meta para detener los pasos.
He buscado entre abrojos el calor de una voz amiga,
he vertido el llanto de mis ojos ardiente como una herida.
He tendido las manos y las he recogido vacías,
he buscado a mis hermanos que se alejaron de puntillas.
Entonces me fuí a los montes y allí caí de rodillas,
rezando al Dios de los hombres con el alma hecha astillas.
Luz Parras.
Lo cierto es que pasando a limpio alguno de los poemas, uno de ellos, era para hoy: naturalmente, habla de amor. Sin embrago leyendo este tuyo: a los senderos míos, estos también me hablan, de hombres que mancharon mis hermosas mañanas, y de gentes que se corrompen y corrompen a quien se deja o lo desea, entre ellos me he sentido, con los...
VIAJEROS DEL FRÍO.
Están ahí en la penumbra: en las calles sin calle, en los rincones del mundo... (! Dios como tiritan!! Dios se me cansaron las rodillas!! Dios ya no te pregunto nada... no recoges mis palabras!) Lo sabía: son los viajeros del frío. las voces de la súplica injustamente olvidadas. Están ahi en el suelo y las voces de sus desgracia, en la oración de la pobreza. Muchos de ellos (¿dios como solo permites...?) solo poseen como techo las estrellas. ¿Quien se asoma a los lechos de cartones?! Ah los suburbios y los gritos de mil silencios! ¿El mundo? El mundo les empuja a las cabañas del olvido, entre barrizales.
Bastaría una mirada de luz y se alumbrarían sus calles.
! Es navidad!-gritan mil niños.
Es navidad... callan muchos hombres y muchos niños. Escasean los villancicos... y los belenes son de otra manera en los suburbios. Paz. ¿Que paz, cuando gargantas secas, cuando niños pasan frío, o en alguna parte mueren de cualquier manera?
Paseaba un viajero, por el centro de una plaza. Luces de colores. luces intermitentes: hace mucho frío. gentes presurosas, pasn por delannte de un bulto acurrucado: "Noches de paz: noches de amor..." -Son unos altavoces de un supermercado. Al pie del árbol, aquel cuerpo que viera el viajero: pedía limosna. Tiembla de frío. carros y mas carros circulan hasta los coches. El bulto tirita. TOMA -dice el viajero. Dios se lo pague: una voz debil y unos ojos tristes. El "dios se lo pague2 le suena extraño al viajero. Las luces intermitentes alumbran unas pocas monedas.
Y el viajero se pierde entre la multitud mientras se pregunta si ha sido generoso... Y que conduce a ese bulto acurrucado en la noche. Se había asomado la mano de un nicho, entre los trapos, sucios y viejos.! Que ojos mas tristes!
La mirada le persigue entre las gentes, mientras se dice: ¿No seré yo también culpable?
libertad.
VIAJEROS DEL FRÍO.
Están ahí en la penumbra: en las calles sin calle, en los rincones del mundo... (! Dios como tiritan!! Dios se me cansaron las rodillas!! Dios ya no te pregunto nada... no recoges mis palabras!) Lo sabía: son los viajeros del frío. las voces de la súplica injustamente olvidadas. Están ahi en el suelo y las voces de sus desgracia, en la oración de la pobreza. Muchos de ellos (¿dios como solo permites...?) solo poseen como techo las estrellas. ¿Quien se asoma a los lechos de cartones?! Ah los suburbios y los gritos de mil silencios! ¿El mundo? El mundo les empuja a las cabañas del olvido, entre barrizales.
Bastaría una mirada de luz y se alumbrarían sus calles.
! Es navidad!-gritan mil niños.
Es navidad... callan muchos hombres y muchos niños. Escasean los villancicos... y los belenes son de otra manera en los suburbios. Paz. ¿Que paz, cuando gargantas secas, cuando niños pasan frío, o en alguna parte mueren de cualquier manera?
Paseaba un viajero, por el centro de una plaza. Luces de colores. luces intermitentes: hace mucho frío. gentes presurosas, pasn por delannte de un bulto acurrucado: "Noches de paz: noches de amor..." -Son unos altavoces de un supermercado. Al pie del árbol, aquel cuerpo que viera el viajero: pedía limosna. Tiembla de frío. carros y mas carros circulan hasta los coches. El bulto tirita. TOMA -dice el viajero. Dios se lo pague: una voz debil y unos ojos tristes. El "dios se lo pague2 le suena extraño al viajero. Las luces intermitentes alumbran unas pocas monedas.
Y el viajero se pierde entre la multitud mientras se pregunta si ha sido generoso... Y que conduce a ese bulto acurrucado en la noche. Se había asomado la mano de un nicho, entre los trapos, sucios y viejos.! Que ojos mas tristes!
La mirada le persigue entre las gentes, mientras se dice: ¿No seré yo también culpable?
libertad.