Primera luna de verano.
La luna.... En el mar se reflejaba
las olas parecían plata oscura,
recuerdos de un amor, nostalgia pura:
¡Tantas cosas su luz me recordaba!
La noche tan tranquila se extasiaba
contemplando su brillo por la altura,
altiva, solitaria, tan segura...
parecía que a nadie élla miraba.
En la noche te observan los amantes
y te escriben romanzas los poetas,
canciones te dedican los cantantes,
testigo fiel de historias tan secretas...
amoríos románticos de antes
y pasiones que no están obsoletas.
Feliz luna, poetas y poetisas.
La luna.... En el mar se reflejaba
las olas parecían plata oscura,
recuerdos de un amor, nostalgia pura:
¡Tantas cosas su luz me recordaba!
La noche tan tranquila se extasiaba
contemplando su brillo por la altura,
altiva, solitaria, tan segura...
parecía que a nadie élla miraba.
En la noche te observan los amantes
y te escriben romanzas los poetas,
canciones te dedican los cantantes,
testigo fiel de historias tan secretas...
amoríos románticos de antes
y pasiones que no están obsoletas.
Feliz luna, poetas y poetisas.
Aunque es algo que ensayo en raras ocasiones; me seducen los sonetos; este es uno de ellos. Algo tendré como respuesta.
LAS COSAS CLARAS
De aquella Luna abarco
mil claridades, tantas
a barajar desolado
mujer: las cosas claras.
De aquel amor temprano
y tierno que fue llama
presiento está acabado
o apenas queda nada.
De aquellas suaves manos:
-caricias de esperanzas
en busca de lo ansiado-
pienso están acabadas.
De aquellos labios tibios
que rendida entregabas:
presiento se han secado
mujer, las cosas claras.
De los murmullos claros
brotados desde el alma
en sueños y desvelos
de amor que cultivaba...
y el perfume aromado
cuando aún flor temprana
y fresca de mi prado
y mil caricias largas:
suspiros bajo el árbol
en música de auras,
en viento enamorado...
son luces apagadas
Y podría seguir hablando
de actos y palabras,
latiendo los costados
a gran ritmo y sin pausa...
en aquel amor soñando,
cuando flores tempranas
que tiernas se agostaron,
mujer, las cosas claras.
libertad.
LAS COSAS CLARAS
De aquella Luna abarco
mil claridades, tantas
a barajar desolado
mujer: las cosas claras.
De aquel amor temprano
y tierno que fue llama
presiento está acabado
o apenas queda nada.
De aquellas suaves manos:
-caricias de esperanzas
en busca de lo ansiado-
pienso están acabadas.
De aquellos labios tibios
que rendida entregabas:
presiento se han secado
mujer, las cosas claras.
De los murmullos claros
brotados desde el alma
en sueños y desvelos
de amor que cultivaba...
y el perfume aromado
cuando aún flor temprana
y fresca de mi prado
y mil caricias largas:
suspiros bajo el árbol
en música de auras,
en viento enamorado...
son luces apagadas
Y podría seguir hablando
de actos y palabras,
latiendo los costados
a gran ritmo y sin pausa...
en aquel amor soñando,
cuando flores tempranas
que tiernas se agostaron,
mujer, las cosas claras.
libertad.