SEPA USTE, FORASTERU...
Al pasa junto al tapao de Justino, ya bien entrá la noche, o mejor diría la nochecita porque, no vea usté lo que escupía el cielo, y de qué manera jarreaban los chispazos, y qué estrumpíos que daban, me trompecé con un fosrasteru que cagao de mieo, ni se atrevía a salir debajo la encina, paecía mu compuestu y mu finu, a pesar de estar empapao y dando unos respingos que más que una tiritera parecía que tenía un jipo.
Le invité a subir a la burra y a refugiarse en el pueblo, no veas lo que le costó encaramarse encima la albarda, pero no soltaba ni el maletín ni el paraguas, y pa mí que era muo, yo le le echaba un ojo de vez en cuando y… no se si me recordaba a la Mari Popins o a la dama de las Camelias, que aunque no conozco a ninguna, tengo entendío que las dos gastaban paraguas.
Pa mí, que el gachón venía de la capitá, porque a pesar de está to aguachinao de la panzá de agua, entovía golía a potingues, si yo supiera que es uno de esus que dicen que los extremeños somos incurtos, lo iba a llevá yo por los cohones, pa que encima digan que tenemos mu mal jablá.
Mi mula, que es mu sabijonda se atrancó ella solita al llegar a las traseras de mi casa, y la burra hizo lo mesmo, me apresuré a bajá a ese mozalbete que entullío de frío hechó a correr pa refugiarse bajo el tinao.
¡Chacho! le puse un silla baja y le dí dos meneos a un montón de brasas y paecía que las devoraba con la mirá, al cabo de media hora, dando fin a una copa de aguardiente dijo: gracias. ¡Oño! que sorpresa si jabla como nosotrus, bueno, como nosotrus es un decío, porque la verdá, hay vecis que pa entendelnos tienen que rebobiná, pero asina jablaba mi madre y asina se me pegó a mí, con el mismo deje de mi agüela y lus de más patrás.
Pues na, que decía yo, que ya que tas calentao, y yo que siento curiosidad, me gustaría de saber los motivos que por aquí tan traío.
De sopetón se puso en pie, y como acordándose de argo, se hecho mano a un borsillino de la camisa y me enseñó un pape desteñío, donde con mucha imaginación se podía ver un retratu, ¡el más bonito de toos! según él, sepa usted señor mío, me dijo, que vengo en busca de ella, que me robó el corazón nada más verla, pero al instante desapareció de mi vista y por fin, sé que vive en este pueblo, es como ya le he dicho muy guapa, culta y bien hablada, tiene estudios y mucha gramática, seguro que usted la conoce y espero me ayude a encontrarla.
Ummm, le daba yo guertas al coco, y ya jabía descartao a casi toas las mozas, porque guapas, las jay, y mucho, pero bien jablá, eso ya es más difícil, y además, si ha de ser estudiá, ya me paro en la cuenta, y se me nieblan los recuerdos y me chango el cerebro y no consigo saber quiénn pué sé. Sepa usté forasteru, que esa moza no es de aquí, que aquí se jabla desta forma, dicen que son raíces, raíces de la tierra, y son tan profundas, que ni ajuntando los cinco sentíos en jilbaná toas las letras con sus puntos y las comas, el extremeñu, na más jabla bien la letrilla de algún cantá. Y sepa usted, forasteru, que de zagalillo, un maestru nos enseñó a contá, a leé y a escribr en la escuela, y ser siempre mu formal, pero …avienti, avienti una mirá por los jondones del pueblo, y vera como esa moza no está, pero seguro que encuentra otras que encandilen sus pesare y se dé mucha cuenta que a vecis no hacen falta ni las esis ni las erris pa consegui un miaja de felicidad, avienti, y echi una ojeá a los libros del Chamizo o a esi otro del Galán.
Al pasa junto al tapao de Justino, ya bien entrá la noche, o mejor diría la nochecita porque, no vea usté lo que escupía el cielo, y de qué manera jarreaban los chispazos, y qué estrumpíos que daban, me trompecé con un fosrasteru que cagao de mieo, ni se atrevía a salir debajo la encina, paecía mu compuestu y mu finu, a pesar de estar empapao y dando unos respingos que más que una tiritera parecía que tenía un jipo.
Le invité a subir a la burra y a refugiarse en el pueblo, no veas lo que le costó encaramarse encima la albarda, pero no soltaba ni el maletín ni el paraguas, y pa mí que era muo, yo le le echaba un ojo de vez en cuando y… no se si me recordaba a la Mari Popins o a la dama de las Camelias, que aunque no conozco a ninguna, tengo entendío que las dos gastaban paraguas.
Pa mí, que el gachón venía de la capitá, porque a pesar de está to aguachinao de la panzá de agua, entovía golía a potingues, si yo supiera que es uno de esus que dicen que los extremeños somos incurtos, lo iba a llevá yo por los cohones, pa que encima digan que tenemos mu mal jablá.
Mi mula, que es mu sabijonda se atrancó ella solita al llegar a las traseras de mi casa, y la burra hizo lo mesmo, me apresuré a bajá a ese mozalbete que entullío de frío hechó a correr pa refugiarse bajo el tinao.
¡Chacho! le puse un silla baja y le dí dos meneos a un montón de brasas y paecía que las devoraba con la mirá, al cabo de media hora, dando fin a una copa de aguardiente dijo: gracias. ¡Oño! que sorpresa si jabla como nosotrus, bueno, como nosotrus es un decío, porque la verdá, hay vecis que pa entendelnos tienen que rebobiná, pero asina jablaba mi madre y asina se me pegó a mí, con el mismo deje de mi agüela y lus de más patrás.
Pues na, que decía yo, que ya que tas calentao, y yo que siento curiosidad, me gustaría de saber los motivos que por aquí tan traío.
De sopetón se puso en pie, y como acordándose de argo, se hecho mano a un borsillino de la camisa y me enseñó un pape desteñío, donde con mucha imaginación se podía ver un retratu, ¡el más bonito de toos! según él, sepa usted señor mío, me dijo, que vengo en busca de ella, que me robó el corazón nada más verla, pero al instante desapareció de mi vista y por fin, sé que vive en este pueblo, es como ya le he dicho muy guapa, culta y bien hablada, tiene estudios y mucha gramática, seguro que usted la conoce y espero me ayude a encontrarla.
Ummm, le daba yo guertas al coco, y ya jabía descartao a casi toas las mozas, porque guapas, las jay, y mucho, pero bien jablá, eso ya es más difícil, y además, si ha de ser estudiá, ya me paro en la cuenta, y se me nieblan los recuerdos y me chango el cerebro y no consigo saber quiénn pué sé. Sepa usté forasteru, que esa moza no es de aquí, que aquí se jabla desta forma, dicen que son raíces, raíces de la tierra, y son tan profundas, que ni ajuntando los cinco sentíos en jilbaná toas las letras con sus puntos y las comas, el extremeñu, na más jabla bien la letrilla de algún cantá. Y sepa usted, forasteru, que de zagalillo, un maestru nos enseñó a contá, a leé y a escribr en la escuela, y ser siempre mu formal, pero …avienti, avienti una mirá por los jondones del pueblo, y vera como esa moza no está, pero seguro que encuentra otras que encandilen sus pesare y se dé mucha cuenta que a vecis no hacen falta ni las esis ni las erris pa consegui un miaja de felicidad, avienti, y echi una ojeá a los libros del Chamizo o a esi otro del Galán.