¡Hola, Carmen! Muy interesante tu informaciòn acerca...

Hola Noemí:
Te saludo desde Burgos. Aquí la primavera ya paso y todavía estamos en el verano, hasta el día 21 de septiembre, será todavía verano. Ha sido un verano atípico, con muchos días fríos, pero lo que nos queda ya va a ser mejor. Aquí el otoño es una prolongación del verano (que no pudo ser este año del todo); pero yo creo que es la mejor estación del año. Porque es apacible, sin sobresaltos y armoniosa. Y donde, si hace frío, es lo normal que ocurra. Y si hace calor, es bien recibido. El campo se vuelve más amarillo y el verde resalta mas. Unos árboles de hoja caduca amarillean después de haber dado fruto unos, o de mantenerlos entre sus ramas todavía; Luego se tornas rojizos, ocres y marrones; y después todos pierden sus hojas, pero poco a poco. Es un proceso lento hasta llegar al invierno en que ya los árboles están más desnudos que nunca. Otros, por el contrario, los de hoja peremne, siguen luciendo en todo su esplendor, con menos fuerza, pero no se les nota apenas. Se ve que se van renovando por dentro sin dar pruebas de debilidad. Y tampoco tuvieron que soportar el desgaste de los frutos, como les ocurrió a los de hoja caduca, ni la incertidumbre de que sus flores llegasen a convertirse en cerezas, peras, manzanas, ciruelas, nueces...
Para la primavera de tu tierra te envío este poema (tengo muchos dedicados a la primavera y al otoño) Aquí la primavera es a veces muy dura por las inclemencias del tiempo: viento, agua, granizo e incluso hielo. de todo hay.
En otro envío te mando el poema.

¡Hola, Carmen!
Estuve con mi esposo en agosto en España, y visitamos Burgos, capital, del 5 al 8, y luego nos alojamos en Salas de los Infantes, desde donde nos desplazamos a Moncalvillo de la Sierra, donde tengo mis raíces maternas, Castrovido, Santo Domingo de Silos, Covarrubias y Castrillo de la Reina. ¿En qué parte de Burgos te encuentras tú? Nos encantó esta provincia. Aguardo tu poema. ¡Un gran abrazo!
Noemí

Buenas noches, Noemí:
Vivo a 10 kilómetros de Burgos, en un pueblo llamado Tardajos. No es tan bonito como los pueblos de los que me hablas, que los conozco y me gustan. En realidad me gustan todos. Cada uno tiene su encanto. Y Tardajos no iba a ser menos. Tiene mucha belleza por descubrir y otra tanta que se ha destruído.
Está en medio de dos ríos, el Arlanzón y el Urbel. El Arlanzón, aguas abajo no es lo mismo que el Arlanzón que atraviesa Burgos. Aquí hay contaminación, a pesar de la depuradora, La Edar. Siempre hay quien se salta el reglamento. Quien vierte con autorización o sin ella. Y luego el río lo sufre que se queda sin vida.
Además no se draga porque según los ecologistas eso sería perjudicial y se ve que es mejor que los materiales pesados se queden en el fondo del río. Todo lo bonito que veis en Burgos, aquí es de desastre. Cuando hay riadas se caen los árboles y les dejan en el río. Una despreocupación total de las autoridades, que sin embargo cobran a los municipios por los vertidos. Pero ellos no los atienden.
Para colmo de males teníamos unos manantiales que los contaminaron las autoridades de Burgos al poner una planta de lodos. Date cuenta, poner algo que podía contaminar justo encima de nuestros manantiales y se los cargaron. Es increíble lo que ha pasado aquí.
Punto del Camino de Santiago y he visto el resurgir de los peregrinos que nos visitan día a día. Los que vivimos en el camino tenemos que estar inmersos en él y comprender mejor a la gente que va de paso procurando que se lleven un buen recuerdo de aquí. He tenido muchas experiencias positivas por vivir en el Camino tanto con los hospitaleros como con los propios peregrinos. La experiencia es de ida y vuelta, tu das y a la vez recibes.
Un saludo.

¡Hola, Carmen! Muy interesante tu informaciòn acerca de tu pueblo Tardajos, que verè si tiene foro para observar en el mapa la ubicaciòn y las fotos del lugar. Como turistas todo nos parece bellìsimo y como tù muy bien dices, todo tiene su encanto. ¡Un abrazo!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Noemí: cuando llegué aquí encontré gran desolación. Miraba, y me faltaba mi naturaleza, intacta, mis pinares, mis arroyuelos transparentes, el pequeño río de mi infancia. Soy de un pueblo de Guadalajara entre pinares. Pero poco a poco fui descubriendo su belleza. Unas Vegas inmensas llenas de cultivos: remolachas, patatas, alfalfa, etc.... Las tierras de secano, zonas de cereales: trigo, cebada, centeno. Unos campos que en invierno se quedan mudos y desnudos y en primavera vuelven a florecer. Aunque ... (ver texto completo)