Preciosa fotografía. Andaba yo esta mañana, a vueltas...

Para para ti esta foto y para los demás amigos del foro, en especial para Juan también que se acaba de incorporar.
Como te dije se trata de flores secas que todavía están verdes. Pero no se marchitarán y sus pétalos no perderán el color con una textura muy parecida al papel pero mas resistente aún porque ni mojándose se desharán. Tengo que compobrarlo todavía porque nunca he tenido flores de esta clase pero lo supongo pues las he visto en las floristerías que las ponen como fondo entre las flores frescas de más categoría. Y sin embargo ellas no se mueren y las naturales, sí.

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Es una foto muy original y no he tenido yo el mérito. Justo los cristales de mi salón y las cortinas han hecho que el cristal transparente se haya convertido en un espejo y deje ver un dibujo de mis cortinas y un poco de mi cabeza en la misma foto mientras yo misma fotografiaba las flores secas.
Todavía no están secas y en todas hay unos pétalos blancos pequeñísimos que se caen y luego quedan solo los pétalos de colores. Es muy curiosa la naturaleza y lo detallista que es poniendo tanto esmero en una simple flor. Os enviaré otras vistas más de cerca.
Un saludo a todos

Preciosa fotografía. Andaba yo esta mañana, a vueltas con mi niñez, y mois correrías por caminos donde no faltaba, un rosal. Donde el olor a tomillo y espliego flota en el aire.
Andaba yo por las ternura de los campos aquellos sus sencillas alegrías y sus muchas tristezas.
Andaba yo meditando si escribir verso o prosa, o ambas cosas y solo me amanecía oscuridad, cuando de pronto se me acercó la llamada de misd primeras mañanas ateridas, e inicié unos versos., que comenenzaban asi: VENGO DE TERNURA ANTIGUA. y los he cerrado, para ponerme a leeros, pues recuerdo que ayer leí por alguna parte, campos de espliego...
Y recordé que ya me hacía mozo, que tras de los zarzales, seguí el mismo sendero que las niñas que dejaban de serlo. Que busqué un atajo. Que ELLA me había visto y que sin duda se retrasaría, en la certeza de que yo aparecería entre los olmos.
Andaba yo recordando, que le dije con voz tomada: "! Toma chiquilla... es lo único que he encontrado" había cogido para ella un remo de violetas.
No dijo nada. Se empinó un poquito, me dio un beso en la mejilla y se escapó, senda adelante en busca de sus amigas. Una especie de magia envolvió mi soledad. Feliz y contento posé mi mano donde ella posaría sus labios...
desde aquel día, amé las flores, tal vez por esa impresión que me causó aquel gesto, de aquella niña mujer.
Era primavera. Ella también era primavera... Las mujeres son todas primaveras, murmuré y miré a mi alrededor, porque lo había pronunciado en alta voz.
En lo alto de los olmos, revoloteaban los pájaros. Desde aquel día, ya no buscaría mas nidos...
Si me he parado muchas veces, delante de las flores que en un momento cualquiera, han aparecido en mi vida.
Si que el tiempo no ha destruido aquella escena de un muchacho azorado, con un calor nuevo en su mejilla.
Si (bien recuerdo) ya no busqué mas nidos... y si flor o flores donde las hubo.
Si que supe que no era tan niña... que me estremecí al contacto de sus senos solo un segundo y que grité cuando abandoné el lugar:! Ya no soy un niño!
libertad.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Bonito relato, amigo aunque siempre haya a quien no le guste pero para gustos los colores.
Un saludo