Para mí, el ¡LLEGA LA
NAVIDAD! que da título al tema, lo sentía cuando las
mujeres de mi localidad, incluida mi madre, se juntaban en la panadería del barrio y por un módico precio (por el uso del horno y las instalaciones) amasaban y horneaban los
dulces de Pascua caseros, que cada una consumía con su
familia durante las
fiestas, mientras hablaban de sus cosas en un ambiente muy alegre.
Para que no alborotáramos, los niños nos quedábamos jugando en la puerta de la panadería, mientras en la calle
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