¡Pero Carlos, hombre de dios!, ¿has visto algo más bucólico que un rebaño de ovejas con sus corderitos y sus pastorcitos sobre un manto de verde musgo?.
Unas ovejitas que ni balan, ni huelen, ni cagan, ni mean; viendo pasar unos camellos entre campesinos y lavanderas, gallinas cerditos, conejos y demás especímenes, todos mirando hacia un portalín ora de piedra, ora de madera, ora de cartón, donde una señora de buen ver y un señor de recia barba se esmeran en atenciones para con un niño, hermoso y rechonchete, con un buey a su diestra y un asno a su siniestra como complemento familiar. Y todo ello en el reducido espacio de una esquina de un salón o rincón similar.
Esa imagen es única y además, te permite cantar los villancicos de turno sin que nadie se meta con tu voz, que si desafinas, que si no la entonas bien, que si la coges muy alta.... la navidad es maravillosa, que sí hombre, que sí.
Por no hablar del turrón y demás regalitos al paladar que te permiten romper con todos los tabúes y prohibiciones que estés arrastrando, al menos durante esas fechas, amén de ayudarte a mover ese dinerito que se está apolillando en una vetusta cuenta corriente... en fin, ¡son tantas cosas!... Un saludo.
Unas ovejitas que ni balan, ni huelen, ni cagan, ni mean; viendo pasar unos camellos entre campesinos y lavanderas, gallinas cerditos, conejos y demás especímenes, todos mirando hacia un portalín ora de piedra, ora de madera, ora de cartón, donde una señora de buen ver y un señor de recia barba se esmeran en atenciones para con un niño, hermoso y rechonchete, con un buey a su diestra y un asno a su siniestra como complemento familiar. Y todo ello en el reducido espacio de una esquina de un salón o rincón similar.
Esa imagen es única y además, te permite cantar los villancicos de turno sin que nadie se meta con tu voz, que si desafinas, que si no la entonas bien, que si la coges muy alta.... la navidad es maravillosa, que sí hombre, que sí.
Por no hablar del turrón y demás regalitos al paladar que te permiten romper con todos los tabúes y prohibiciones que estés arrastrando, al menos durante esas fechas, amén de ayudarte a mover ese dinerito que se está apolillando en una vetusta cuenta corriente... en fin, ¡son tantas cosas!... Un saludo.
Seve, eres único.
Me has dejado sin palabras.
Me has dejado sin palabras.