HOY HACE FRÍO
Paseaba yo esta mañana, mi coche y mi memoria por la ciudad, y motivado por unas
escenas vistas en la televisión, me ha nacido un exclamación:! Yo también fui niño! En estas mi mujer, me habla de un cordero por navidad. En eso, en eso pensaba yo en este momento, perro de un modo distinto. Yo pensaba en mis soledades de niño- le he dicho y se ha callado, mientras yo le decía: me has borrado la historia que pensaba escribir cuando regresemos. Yo pensaba, en como fue mi niñez en el pueblo del viejo castillo, cuanso las palomas se fueron y cuando luego regresaron.
Y he llegado a casa, y colocado delante del ordenador, he intentado una historia, en un día primaveral, bajo la higuera. He trazado unas líneas sobre la niña que mas me miraba, nos cogíamos de la mano entre los zarzales del huerto, y que luego se olvidaba de mi mano, cuando yo me diera cuenta, de que la crecían sus senos. He intentado dibujar, otras escenas, en el río, bajo los chopos, en la brisa que movía las hojas y las hierbas; tampoco he podido.
Las escenas me han perseguido y otras escenas en las calles del mundo.
En las calles, del mundo, por mucho que se adornen de belenes, hay muchas gentes que tienen frío.
En efecto, a la puerta del super una mujer pedía limosna, y he pensado en su frío corporal y que tal vez tenía también frío en el alma. si fuera de potra manera, no estaría allí tiritando bajo un cielo que amenazaba nieve.
Con un pollo y una tableta de turrón... con un gesto que aún no se si por liberar mi conciencia, en las calles del frí se ha quedado la señora, que con una voz pequeña ha dicho; "! gracias! Yo aquí calentito, me digo soy afortunado, mientras me pregunto: ¿Tendrá niños? ¿Pide por necesidad? Otro día le preguntaré y seguro que me dice que si, que tiene niños pequeños. Tal vez me mienta...! Pero que diablos, yo también fui niño!
Hoy hace frío. Ese frío que calla la garganta de los pájaros. Ese frío en el que tiritan muchos niños. Hoy para mi, hace uno de esos fríos que chorrean por muchas calles, mu ceca de la abundancia.
Y como no podía escribir otra historia, y como ya he visto calles dispuestas a la fiesta... como he escuchado desde mi conciencia voces histyericas, y las voces de la súplica.: niños con abundancia de juguetes, mientras otros juegan en el barro o tiritan... dibujo mis belenes mientras me digo:! Que diablos yo también fui niño!
Yo también fui niño, y tal vez sea por eso que dibujos los belenes a mi manera.
me traslado a lugares donde las voves son diferentes. de un lado escuchos a estupidas gargantas, frases que son un insulto ha la pobreza, y me digo son esta voces las que propician, que otras gargantas emitan sonidos de llanto, mque deciden miles de destinos. Que propician que a cada segundo muetran niños, o jueguen otros con juguetes adquiridos en los contenedores.
Memorizo as escenas, de este mi tiempo y otros tiempos, y siento desazón, por tanta abundancia de encorbatados sin escrupulos. Tanto fabricante de victimas en escasez de pana. tanto artifice, de caravanas de pobres.
Son esos: los ávidos de grandes fortunas., los de siempre. Los que ponen cerraduras, muros o cadenas, y tienen la desfachatez de levantar estatuas... nunca para los pobres.! Cuando se oxidarán todas la cadenas!
Entenderéis que a veces, me sienta poeta, y pinte utopías mientras otras dibuje sueños, me empeñe en pintar hermosos belenes, de lo que a algunos les parecerán extrañas maneras... abrazado a mis particulares belenes, donde voces tristes, hablan de su llanto que fluye a borbotones.
Son viejos achaque, de los que quisiera liberarme... Soy un enamorado de las bellas cosas: estas me ayudan a liberarme, cuando gritos o silencios tratan de estropearlas. Es inútil que me taponarse los oídos...
libertad
Paseaba yo esta mañana, mi coche y mi memoria por la ciudad, y motivado por unas
escenas vistas en la televisión, me ha nacido un exclamación:! Yo también fui niño! En estas mi mujer, me habla de un cordero por navidad. En eso, en eso pensaba yo en este momento, perro de un modo distinto. Yo pensaba en mis soledades de niño- le he dicho y se ha callado, mientras yo le decía: me has borrado la historia que pensaba escribir cuando regresemos. Yo pensaba, en como fue mi niñez en el pueblo del viejo castillo, cuanso las palomas se fueron y cuando luego regresaron.
Y he llegado a casa, y colocado delante del ordenador, he intentado una historia, en un día primaveral, bajo la higuera. He trazado unas líneas sobre la niña que mas me miraba, nos cogíamos de la mano entre los zarzales del huerto, y que luego se olvidaba de mi mano, cuando yo me diera cuenta, de que la crecían sus senos. He intentado dibujar, otras escenas, en el río, bajo los chopos, en la brisa que movía las hojas y las hierbas; tampoco he podido.
Las escenas me han perseguido y otras escenas en las calles del mundo.
En las calles, del mundo, por mucho que se adornen de belenes, hay muchas gentes que tienen frío.
En efecto, a la puerta del super una mujer pedía limosna, y he pensado en su frío corporal y que tal vez tenía también frío en el alma. si fuera de potra manera, no estaría allí tiritando bajo un cielo que amenazaba nieve.
Con un pollo y una tableta de turrón... con un gesto que aún no se si por liberar mi conciencia, en las calles del frí se ha quedado la señora, que con una voz pequeña ha dicho; "! gracias! Yo aquí calentito, me digo soy afortunado, mientras me pregunto: ¿Tendrá niños? ¿Pide por necesidad? Otro día le preguntaré y seguro que me dice que si, que tiene niños pequeños. Tal vez me mienta...! Pero que diablos, yo también fui niño!
Hoy hace frío. Ese frío que calla la garganta de los pájaros. Ese frío en el que tiritan muchos niños. Hoy para mi, hace uno de esos fríos que chorrean por muchas calles, mu ceca de la abundancia.
Y como no podía escribir otra historia, y como ya he visto calles dispuestas a la fiesta... como he escuchado desde mi conciencia voces histyericas, y las voces de la súplica.: niños con abundancia de juguetes, mientras otros juegan en el barro o tiritan... dibujo mis belenes mientras me digo:! Que diablos yo también fui niño!
Yo también fui niño, y tal vez sea por eso que dibujos los belenes a mi manera.
me traslado a lugares donde las voves son diferentes. de un lado escuchos a estupidas gargantas, frases que son un insulto ha la pobreza, y me digo son esta voces las que propician, que otras gargantas emitan sonidos de llanto, mque deciden miles de destinos. Que propician que a cada segundo muetran niños, o jueguen otros con juguetes adquiridos en los contenedores.
Memorizo as escenas, de este mi tiempo y otros tiempos, y siento desazón, por tanta abundancia de encorbatados sin escrupulos. Tanto fabricante de victimas en escasez de pana. tanto artifice, de caravanas de pobres.
Son esos: los ávidos de grandes fortunas., los de siempre. Los que ponen cerraduras, muros o cadenas, y tienen la desfachatez de levantar estatuas... nunca para los pobres.! Cuando se oxidarán todas la cadenas!
Entenderéis que a veces, me sienta poeta, y pinte utopías mientras otras dibuje sueños, me empeñe en pintar hermosos belenes, de lo que a algunos les parecerán extrañas maneras... abrazado a mis particulares belenes, donde voces tristes, hablan de su llanto que fluye a borbotones.
Son viejos achaque, de los que quisiera liberarme... Soy un enamorado de las bellas cosas: estas me ayudan a liberarme, cuando gritos o silencios tratan de estropearlas. Es inútil que me taponarse los oídos...
libertad