José no digo que no nacieras como los demás lo que digo es que debiste recibir una descarga del más allá y estás un poco desorientado.
Espero no ofenderte.
Que te sea leve tanta responsabilidad.
Espero no ofenderte.
Que te sea leve tanta responsabilidad.
No me ofendes Raiola, pues te tengo en gran estima. Lo que digo es producto de la gran llama que arde en mi corazón, lleno de amor por Dios y por todos vosotros. Créeme: de ello he hecho mi responsabilidad.