APACHE......

Los modales, en una persona, dicen mucho de su educación. Las palabras malsonantes, de la escasez de ella. Cuando se es una dama o un caballero, los "tacos" no existen en su vocabulario. Los detestan, tanto interior como exteriormente. Las juventudes de hoy, al alimón con bastantes adultos que también prodigan el lenguaje soez propio de la chusma, lo hacen de una forma automática, porque creen, en su libertinaje, que gozan de una libertad que es totalmente ficticia y que en realidad es la expresión más genuina de un ser grosero y ramplón. Parte de culpa tienen aquellos que retiraron de las escuelas, sobre todo públicas, las lecciones de Urbanidad. Y ya son muchos hoy los que blasfeman. ¡Costumbre repudiable!

En mi tribu, un apache que se precie, jamás dice ordinarieces.

APACHE...

Estando de acuerdo con un apache en sus profundas meditaciones, le diré que,-es mi opinión -, de vez en cuando un taco bien dicho resuelve una situación tensa.

Un saludo a todos sus vecinos: Comanches, Dakotas, Pies negros, Navajos, Mohicanos...
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Sí. Ángel, así es, pero reconoce que es fruto de una costumbre equivocada, fruto de un hábito extendido por el uso, que se contagia, y la gente cree, que es efectivo, y a veces, lo es. Pero, con otra palabra, que también sea exclamativa y no malsonante, también se puede obtener el mismo resultado y buena educación a salvo. Un ejemplo: Dos amigos discuten y uno de ellos, viendo al otro acalorado, le dice: ¡Joder, Juan, qué tontos nos estamos poniendo! Vamos a sustituirlo por ésta: ¡Caramba, Juan, ... (ver texto completo)