Hace muchos años que dejé de fumar, mi querido Pío, pío. La verdad es que nunca tuve adicción al tabaco y me resultó fácil dejarlo. Ahora, en ocasiones puntuales, suelo fumar con otros amigos pieles rojas, como Jerónimo. Es como una especie de ritual de paz y amistad entre nosotros. El calumet siempre se llena de picadura inmaculada, nada de aditivos. En algunas ceremonias tribales, para convocar a nuestros espíritus benefactores, se suele utilizar la "ayahuasca" en su mínima expresión y con personas cuidadosamente preparadas.
Desde las abruptas colinas donde pastan los ciervos, te saludo.
Desde las abruptas colinas donde pastan los ciervos, te saludo.