DESCUBRIENDO MADRID (III) Continuación
Qué cruz señor –en expresión muy usada por mi abuela-, hay que ver la de accidentes que ocurrían por estas negligencias y otras parecidas. ¡Mira que dejar en manos de los niños estos cometidos! Como la que le ocurrió a un vecino mío llamado Jesús y que debido a que tenía la mayor parte de la cara quemada, a un compañero de colegio le dio por llamarle “carachota”; por lo que se quedó con aquel mote y todos le conocieron en adelante por Jesús “el carachota”. ... (ver texto completo)
Qué cruz señor –en expresión muy usada por mi abuela-, hay que ver la de accidentes que ocurrían por estas negligencias y otras parecidas. ¡Mira que dejar en manos de los niños estos cometidos! Como la que le ocurrió a un vecino mío llamado Jesús y que debido a que tenía la mayor parte de la cara quemada, a un compañero de colegio le dio por llamarle “carachota”; por lo que se quedó con aquel mote y todos le conocieron en adelante por Jesús “el carachota”. ... (ver texto completo)