Adorno navideño en el Pº del Prado, , Madrid

Adorno navideño en el Pº del Prado,
para las navidades de 2009, tomada desde el coche
el día seis de diciembre.

Ese día, salimos de casa -desde Casarrubios del Monte, en Toledo- con la sana intención de visitar el centro de "mi Madrid" por la tarde-noche, dejando el coche aparcado en alguno de los aparcamientos cercanos. Quería mostrar a mi compañera -venida de Argentina hacía tres meses- el centro engalanado para las fiestas que se avecinaban, las cuales las teníamos "a la vuelta de la esquina" como quien dice. Se quedó en intención, ya que algunos accesos estaban cortados y todos los aparcamientos completos.
Dejar el coche en alguna calle también fue imposible, so pena de ir a los extrarradios, que no sé yo si allí habria sitio, pues la circulación estaba poco menos que imposible y todos los coches que llevaba delante cuando buscaba sitio para aparcar iban a lo mismo que yo.
Comenzamos por la mañana el circuito, tomando la M-30 con dirección a Ventas al llegar junto al Manzanares, bajando por el Pº de Extremadura que es por donde entraba antes a Madrid, todo el que llegaba a la capital procedente de la N-V.
Llegamos a La Guindalera y aparcamos junto a la Monumental de las Ventas, ya que allí sí había sitios libres para ello. Fuimos dando un paseo alrededor de la plaza de toros, cual dos turistas que nunca hubiesen visto los exteriores del coso, y tomamos unas cuantas fotos al tiempo que admirábamos el estilo neomudéjar de su exterior, sus galerías con balconcillos de triples y dobles arcos, así cómo sus azulejos cerámicos, resaltando todo ello con el rojo de los ladrillos, engrandeciendo la belleza del monumento; de la catedral del toreo.
Yo ya la había visto y requetevisto; admirado y requeteadmirado, así como visitado por dentro en más de una ocasión, con motivo de presenciar alguna corrida de beneficencia, así como de las que patrocinaba la, entonces, Diputación Provincial, ya que el centro en el que trabajaba yo entonces pertenecía a dicho estamento y nos regalaban entradas a algunos enpleados.
También la visité en una ocasión para oír cantar a mi admirada Luz Casal, en una actuación soberbia, algo parecida a la que dió en su recital del Teatro Español unos años después, tras recuperarse de su enfermedad, donde también fui a verla y oírla.
A los Beatles no llegué a verlos actuar en la plaza, a causa de un pequeño contratiempo, tal y como lo veo hoy con el paso de los años. Por aquél entonces me pareció algo más gordo y me costó un disgusto muy grande, pero el no poder verlos, no el contratiempo, ya que en verdad no fue nada de importancia.
Cuando dimos en rebosar de satisfacción por contemplar la bella construcción, tomamos de nuevo el cohe y subimos por la calle de Alcalá, hacia la plaza de Manuel Becerra, continuando por la del Doctor Esquerdo, pasando ante la Real Casa de la Moneda y el Real Colegio Ntª Sª de Loreto, llegando hasta el cruce con la calle de O´Donnell.
Seguimos en la misma dirección, pasando ante el centro donde trabajé hace años, tomando después por la calle Ibiza rodeando el recinto del Hospital General Universitario Gregorio Marañón -entonces, cuando yo trabajaba allí no se le había agregado aun lo de Universitario- y subimos por la calle de Maiquez, pasando por lo que fue la Maternidad Provincial -y muchos años denominada de Pedro Escartín, vecino mío de Pozuelo y comentarista de fútbol-, doblando a la derecha para pasar por delante de las puertas de lo que fue mi último trabajo, antes de la jubilación, y hoy dependencias de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales, lo que entonces fuera Consejería de Salud, de Bienestar Social y de Asuntos Sociales, y donde muy anteriormente se encontraba la inclusa.
A nuestra izquierda quedaba el Hotel Convención, seguido de la maternidad de Santa Cristina y el colegio anteriormente mencionado, quedando en nuestro frente "el pirulí", como popularmente lo denominamos, o Torre España como más propiamente se llama, o lo llamaron cuando le pusieron nombre.
LLegados de nuevo al cruce, tomamos a la izquierda por Doctor Esquerdo, para tomar por la calle de Goya en dirección a la de Alcalá, pasando ante el Palacio de los Deportes, el cual, y a modo de curiosidad, se construyo en el solar que quedó tras derribase la plaza de toros que allí había, tras edificar la de Las Ventas.
Llegamos al cruce con Alcalá, buscamos donde hacer el cambio de direccióm, ya que íbamos a bajar por ella hacia el contro. Pasamos ante los grandes almacenes, donde enfrente queda el horrendo pedestal que soporta la regia testa del más afamado artista de Fuendetodos, figura de premios cinematográficos, y dejando atrás el cruce continuamos calle de Alcalá abajo, dejando, un poco más adelante, la estatua ecuestre del general Espartero.
Continuamos y...
Pero lo que sigue lo dejamos para más adelante.
Saludos