La verdad que vivir en
Madrid (esta ciudad maravillosa que todos los días tiene nuevas cosas para hacer y ver) ahora mismo asusta un poco. Causa, estos yigadistas fanáticos anclados en el pasado.
Ver las grandes superficies comerciales, casi acordonadas por policías con sus correspondientes chalecos antibalas, y metralleta en mano impresiona bastante, te dan ganas de no salir de tu casa.
¿Cuándo van a dejar de amargarnos la vida esta gente?
Saludos