Una de las puertas del Banco de
España. Entre las cosas buenas que tiene
Madrid, una de ellas es el
trabajo de forja que complementa sus edificios; hay auténticas obras de arte, un trabajo ímprobo y merecidamente admirado. A los que trabajaban en la forja se les llamaba chisperos, padecían quemaduras en manos y cara, tenían un "pique"con otro colectivo importante que trabajaba en distintas empresas, se denominaban chulapos o manolos solían ganar menos que los forjadores pero eran más postineros, vestían con más donosura. Los primeros incluso tenían su propio barrio, que era, partiendo de Cibeles dirección Alcalá hacia Sol a la Derecha por la calle Barquillo. Benito Pérez Galdós hablaba de ellos en sus escritos. hay alguna escultura sobre ellos.