Felicitaciones a los castizos, a los chulapos y a los merengues. Mi yerno y yo, cada uno conduciendo su coche, íbamos camino de Salamanca. Entramos en Madrid y en una rotonda, dimos ¡ocho vueltas completas! para poder salir. Y es que los conductores madrileños conducen peor que los italianos, que ya es decir. Así que guardo un mal recuerdo de esa urbe, que es de las peores de su clase. ¡Ah! Y me alegro que el Barcelona haya zurrado al Real Madrid y le haya apeado de la Copa del Rey, para rabieta y despecho de los muchos fanáticos de ese abominable deporte. ¡Je, je!