EL ULTIMO TRANVÍA DE MADRID
Desde la Plaza Castilla
hasta la Ciudad Lineal,
iba la gente sencilla
derrochando gran moral.
El setenta aquel tranvía
que dejo de circular,
dicen que siempre imponía
su destino con verdad.
Eran los años setenta,
y dejo de caminar,
Madrid no quiso su venta
para su descanso en paz.
Era el último tranvía,
que se marchó en soledad,
nadie comento aquel día
ni sus años ni su edad.
En su largo recorrido
puso mucha voluntad,
jamás quiso ser vencido
ni imploro la caridad.
Entre flores y jardines
el setenta quedó atrás,
haciendo bellos confines
en toda Ciudad Lineal.
Aquel último tranvía
que nos llegó a ilusionar,
nos marcó la fantasía
de querernos transportar.
Sus sombras siguen perennes
recordando al Gran San Blas,
eran muchos sus vaivenes
con aires de felicidad.
Era el último tranvía
no debemos de olvidar,
en su vaivén prometía
un Madrid para cuidar.
G X Cantalapiedra.
Desde la Plaza Castilla
hasta la Ciudad Lineal,
iba la gente sencilla
derrochando gran moral.
El setenta aquel tranvía
que dejo de circular,
dicen que siempre imponía
su destino con verdad.
Eran los años setenta,
y dejo de caminar,
Madrid no quiso su venta
para su descanso en paz.
Era el último tranvía,
que se marchó en soledad,
nadie comento aquel día
ni sus años ni su edad.
En su largo recorrido
puso mucha voluntad,
jamás quiso ser vencido
ni imploro la caridad.
Entre flores y jardines
el setenta quedó atrás,
haciendo bellos confines
en toda Ciudad Lineal.
Aquel último tranvía
que nos llegó a ilusionar,
nos marcó la fantasía
de querernos transportar.
Sus sombras siguen perennes
recordando al Gran San Blas,
eran muchos sus vaivenes
con aires de felicidad.
Era el último tranvía
no debemos de olvidar,
en su vaivén prometía
un Madrid para cuidar.
G X Cantalapiedra.