ERAN OTROS TIEMPOS
Nadie pensábamos que este maldito coronavirus, nos pudiera a llevar a estar encerrados en nuestras casas, sin poder saber si seremos victimas de esta peste, que no tendríamos ni servicios médicos suficientes, para poder frenar y curarnos a la mayoría de las personas que pudieran infectarse. El coronavirus sigue día a día avanzando por el mundo entero, ya no es en China solamente, ni Italia, ni en nuestra querida España, es en la mayoría del mundo, se ha adueñado de los seres humanos, y este virus asesino, está dispuesto a no dejarse controlar de momento, hay muchos investigadores, que se están esforzando en el tema, pero de momento el virus se va riendo de ellos, ya veremos si cuando el número de muertos aumente, serán capaces de aniquilarlo, o por lo menos dejarle dormido, Siempre en la tierra hubo pestes negras, en la época medieval más aun, Nos cuenta Miguel Delibes, en el libro del Hereje, que en el siglo XVI, hubo una peste negra en España, que siendo capital del reino la ciudad de Valladolid, que entonces tenía 25,000, habitantes, murieron, 1000, personas, que entonces eran llevadas en carro de varas con un burro, conducido por los niños del hospicio, a la puerta del cementerio, donde con resina y leña a los cadáveres les quemaban, ya que iban entonces envueltos en sábanas, este hecho histórico, se dio por todo el mundo civilizado, lo que pasa que entonces las comunicaciones eran de muchos días incluso años. Hoy día sabemos que en Madrid, los hornos Crematorios, no están dando incineraciones suficientes, se les amontona el trabajo, y como hace siglos, a los muertos no se les podía velar, ni acompañar, tan solo se les dejaba en la puerta de casa, donde aquellos niños desheredados de la vida, cargaban en aquel carro su mercancía humana muerta. Digamos que la vida es una ruleta de coincidencias, ya lo dijo nuestro poeta, León Felipe Camino Galicia, “Quién no lee diez siglos de historia, y vuelve a cerrar el libro, viendo las mismas batallas, los mismos traidores y los mismos vencidos, quien no le diez siglos de historia y vuelve a cerrar el libro”. Estamos en ello, los muertos y las pestes siguen lo mismo, y el humano solo pensando en cambiar el ciclo, difícil lo tienen nuestros gobernantes, hoy en día no valen sigilos. Deseo mucha suerte para no vernos vencidos… Rosario Fajardo Blanco. 21 -3 – 2020.
Nadie pensábamos que este maldito coronavirus, nos pudiera a llevar a estar encerrados en nuestras casas, sin poder saber si seremos victimas de esta peste, que no tendríamos ni servicios médicos suficientes, para poder frenar y curarnos a la mayoría de las personas que pudieran infectarse. El coronavirus sigue día a día avanzando por el mundo entero, ya no es en China solamente, ni Italia, ni en nuestra querida España, es en la mayoría del mundo, se ha adueñado de los seres humanos, y este virus asesino, está dispuesto a no dejarse controlar de momento, hay muchos investigadores, que se están esforzando en el tema, pero de momento el virus se va riendo de ellos, ya veremos si cuando el número de muertos aumente, serán capaces de aniquilarlo, o por lo menos dejarle dormido, Siempre en la tierra hubo pestes negras, en la época medieval más aun, Nos cuenta Miguel Delibes, en el libro del Hereje, que en el siglo XVI, hubo una peste negra en España, que siendo capital del reino la ciudad de Valladolid, que entonces tenía 25,000, habitantes, murieron, 1000, personas, que entonces eran llevadas en carro de varas con un burro, conducido por los niños del hospicio, a la puerta del cementerio, donde con resina y leña a los cadáveres les quemaban, ya que iban entonces envueltos en sábanas, este hecho histórico, se dio por todo el mundo civilizado, lo que pasa que entonces las comunicaciones eran de muchos días incluso años. Hoy día sabemos que en Madrid, los hornos Crematorios, no están dando incineraciones suficientes, se les amontona el trabajo, y como hace siglos, a los muertos no se les podía velar, ni acompañar, tan solo se les dejaba en la puerta de casa, donde aquellos niños desheredados de la vida, cargaban en aquel carro su mercancía humana muerta. Digamos que la vida es una ruleta de coincidencias, ya lo dijo nuestro poeta, León Felipe Camino Galicia, “Quién no lee diez siglos de historia, y vuelve a cerrar el libro, viendo las mismas batallas, los mismos traidores y los mismos vencidos, quien no le diez siglos de historia y vuelve a cerrar el libro”. Estamos en ello, los muertos y las pestes siguen lo mismo, y el humano solo pensando en cambiar el ciclo, difícil lo tienen nuestros gobernantes, hoy en día no valen sigilos. Deseo mucha suerte para no vernos vencidos… Rosario Fajardo Blanco. 21 -3 – 2020.