CUANDO CORRIAN OTROS VIENTOS...

CUANDO CORRIAN OTROS VIENTOS
Hoy se me vino a la memoria, aquellos años de mi infancia y juventud, donde pudimos correr por las calles, sin tener temor a ninguna enfermedad rara, quizá fueron años de difícil economía, las personas no descansaban en los veranos, en La Mancha eran duros y complicados, pero siempre con la alegría de poder visitar a tus familiares, digamos abuelos y primos, éramos libres dentro del orden que tus padres te establecían, pero no existían estos virus mal entendidos, por la mayoría de las personas. Ahora estamos conociendo unos tiempos, donde el ser humano, se ve indefenso, sobre todo las personas mayores con algún problema de salud, no sabemos dónde acabara este tramo tan raro y fatal, donde ni los vecinos nos podemos saludar, y si bajas a tirar la basura a el contenedor de tu calle, nos apartamos de nuestros propios conocidos, por miedo a lo desconocido, no queremos ver a nuestros vecinos, por el miedo en el cerebro metido, caminamos mirando a nuestro alrededor, si vamos a comprar al comercio más cercano, nos apartamos del dependiente, aunque tenga puesto la mascarilla, y salimos corriendo, como si viéramos apestados a nuestro alrededor, en una palabra, somos seres humanos, que perdemos nuestra humanidad, día a día vamos oyendo noticias, de personas fallecidas que fueron famosas, como Lucia Bose, y el presidente del Real Madrid, con otros ya nombrados, y sufriendo dicho coronavirus, vemos diariamente, como las residencias de mayores son atacadas mucho más que otros sitios, nos comentan que las personas mayores, estamos mucho más propensas de ser víctimas de esta peste, que jamás de niñas hubiéramos imaginado, el ser humano, mirando desde la lejanía, dependemos de que cualquier loco, suelte un virus, o veneno que se propague, y pueda matar a millones de personas, como aquel ciudadano de Australia que hizo enfermar a los conejos, de todo el mundo, dejando apenas conejos vivos sobre la tierra,
Eso somos los seres humanos, conejillos de India, sin saber quién nos puede eliminar. Tendremos fe, en que la Naturaleza, pueda eliminar este virus que tantas desgracias está dejando. Que la esperanza nos acompañe, y en estos días grises, podamos mirar a nuestros nietos, pensando en que su futuro sea más libre y sin enfermedades raras. Rosario Fajardo Blanco. 24 – 3 – 2020.