Los boicoteadores del Zendal llegaron a impedir que los médicos viesen las constantes vitales de los pacientes.
Los detalles de la denuncia presentada por el boicot al Isabel Zendal son escalofriantes y revelan la atroz irresponsabilidad de los boicoteadores.
C. Jordá.2021-02-04.
Este miércoles se presentó ante la Policía Nacional la denuncia que los responsables del Hospital Isabel Zendal han elaborado sobre los sabotajes que ha venido sufriendo el centro sanitario y que saltaron a los medios el pasado martes. Unos actos de sabotaje, tal y como señaló el consejero Enrique Ruiz Escudero en esRadio, en los que todo parece indicar que fueron llevados a cabo por personal del propio hospital.
La denuncia recoge tanto la sustracción de gran cantidad de material médico que podía perjudicar la atención a los pacientes, como los actos de sabotaje propiamente dichos, entre los que destaca la desconexión de un dispositivo de forma que, durante una hora y media, los médicos no tenían conexión con los aparatos que miden las constantes vitales de los pacientes.
Además, en otra ocasión se encontró ropa y material que había estado en contacto con los paciente, y que por lo tanto estaba probablemente contaminado, fuera de los espacios previstos para estos enseres, de forma que terceras personas pudieron estar expuestas al virus.
"Pánico" ante una alarma de madrugada.
La denuncia incluye más detalles sobre uno de los sabotajes habituales que ya se habían conocido: que se arrojaban "todo tipo de material (compresas, guantes, batas, empapadores, epis) al inodoro", lo que obviamente inutilizaba el váter.
Otro de los actos fue la activación de una alarma a altas horas de la madrugada en un cuarto de celadores, lo que supuso "un grave trastorno a los pacientes" y al personal del centro y que se generase "un estado de preocupación, incluso de pánico", ya que se activó una grabación en la que se describían los pasos para abandonar las instalaciones.
Miles de euros en material médico.
Por lo que respecta a los robos, llaman la atención por dos razones: en primer lugar, porque se sustrajo material de los carros de parada —los que se usa cuando un enfermo entra en parada cardiaca— y por lo tanto podrían haber provocado una tragedia, y en segundo lugar por la gran cantidad y valor de material desaparecido.
De estos carros de parada por ejemplo desaparecieron aparatos que se usan para "dar oxigeno de manera inmediata previa a la entubación", así como laringoscopios que sirven para "abrir la vía aérea para entubar", es decir, que se usan en un contexto de máxima urgencia en el que está en juego la vida del paciente.
Se sustrajeron también varias conexiones de los ventiladores que dan oxígeno a los pacientes, así como otro material, entre el cual estaba un "sistema de alto flujo" cuya misión es "introducir gran cantidad de aire" en los pulmones de los pacientes "en caso de necesidad" y cuyo valor es de nada más y nada menos que 4.000 euros.
Todo este material, además del ordenador de uno de los médicos que luego volvió a encontrarse, desapareció en la semana entre el 25 de enero y el pasado 2 de febrero. Además, cuando se empezó a detectar lo que estaba ocurriendo se pidió un recuento de determinados tipos de material y se descubrió que faltaban diez laringoscopios más, otros diez aparatos de los que se usan para dar oxígeno antes de la intubación y siete pinzas que "sirven para quitar cuerpos extraños y poder colocar el tubo al paciente" en la intubación. En total, el valor del material sustraído supera los 10.000 euros según la denuncia.
"Son trabajadores del Hospital Zendal"
Una denuncia en la que se señala que no hay "conocimiento o sospecha" de quiénes pueden ser los autores de los actos, pero que se "tiene claro que la persona o las personas que han perpetrado esto son trabajadores del Hospital Zendal, dadas las circunstancias y los accesos restringidos que hay en el mismo".
Los detalles de la denuncia presentada por el boicot al Isabel Zendal son escalofriantes y revelan la atroz irresponsabilidad de los boicoteadores.
C. Jordá.2021-02-04.
Este miércoles se presentó ante la Policía Nacional la denuncia que los responsables del Hospital Isabel Zendal han elaborado sobre los sabotajes que ha venido sufriendo el centro sanitario y que saltaron a los medios el pasado martes. Unos actos de sabotaje, tal y como señaló el consejero Enrique Ruiz Escudero en esRadio, en los que todo parece indicar que fueron llevados a cabo por personal del propio hospital.
La denuncia recoge tanto la sustracción de gran cantidad de material médico que podía perjudicar la atención a los pacientes, como los actos de sabotaje propiamente dichos, entre los que destaca la desconexión de un dispositivo de forma que, durante una hora y media, los médicos no tenían conexión con los aparatos que miden las constantes vitales de los pacientes.
Además, en otra ocasión se encontró ropa y material que había estado en contacto con los paciente, y que por lo tanto estaba probablemente contaminado, fuera de los espacios previstos para estos enseres, de forma que terceras personas pudieron estar expuestas al virus.
"Pánico" ante una alarma de madrugada.
La denuncia incluye más detalles sobre uno de los sabotajes habituales que ya se habían conocido: que se arrojaban "todo tipo de material (compresas, guantes, batas, empapadores, epis) al inodoro", lo que obviamente inutilizaba el váter.
Otro de los actos fue la activación de una alarma a altas horas de la madrugada en un cuarto de celadores, lo que supuso "un grave trastorno a los pacientes" y al personal del centro y que se generase "un estado de preocupación, incluso de pánico", ya que se activó una grabación en la que se describían los pasos para abandonar las instalaciones.
Miles de euros en material médico.
Por lo que respecta a los robos, llaman la atención por dos razones: en primer lugar, porque se sustrajo material de los carros de parada —los que se usa cuando un enfermo entra en parada cardiaca— y por lo tanto podrían haber provocado una tragedia, y en segundo lugar por la gran cantidad y valor de material desaparecido.
De estos carros de parada por ejemplo desaparecieron aparatos que se usan para "dar oxigeno de manera inmediata previa a la entubación", así como laringoscopios que sirven para "abrir la vía aérea para entubar", es decir, que se usan en un contexto de máxima urgencia en el que está en juego la vida del paciente.
Se sustrajeron también varias conexiones de los ventiladores que dan oxígeno a los pacientes, así como otro material, entre el cual estaba un "sistema de alto flujo" cuya misión es "introducir gran cantidad de aire" en los pulmones de los pacientes "en caso de necesidad" y cuyo valor es de nada más y nada menos que 4.000 euros.
Todo este material, además del ordenador de uno de los médicos que luego volvió a encontrarse, desapareció en la semana entre el 25 de enero y el pasado 2 de febrero. Además, cuando se empezó a detectar lo que estaba ocurriendo se pidió un recuento de determinados tipos de material y se descubrió que faltaban diez laringoscopios más, otros diez aparatos de los que se usan para dar oxígeno antes de la intubación y siete pinzas que "sirven para quitar cuerpos extraños y poder colocar el tubo al paciente" en la intubación. En total, el valor del material sustraído supera los 10.000 euros según la denuncia.
"Son trabajadores del Hospital Zendal"
Una denuncia en la que se señala que no hay "conocimiento o sospecha" de quiénes pueden ser los autores de los actos, pero que se "tiene claro que la persona o las personas que han perpetrado esto son trabajadores del Hospital Zendal, dadas las circunstancias y los accesos restringidos que hay en el mismo".
Sí, sí, sí, ¿de verdad?, ¡ohhhhhhhhhhhhhhhhh, ¡que miedo! ¡vaya tela la que os montáis los derechistas, ¡vamos ni las historietas del abuelo cebolleta!, jajajajajajajaja, ¡ay, ¡ay, los años no perdonan.
Dejar las cortinas de humo y ver la realidad de España, por culpa de los progresistas y sus palmeros.
Y vosotros los socialcomunistas lo único que os interesa es destruir España, solo es.