UN COMPAÑERO DE TRABAJO ME COMENTÓ
Hace ahora unos treinta años un compañero de trabajo nos comentaba, Nosotros los inmigrantes tenemos una sola tierra, y por cierto no es la que nacimos, ya que esa situación de nacer nos la dieron nuestros padres, sin embargo, la que tenemos ahora la elegimos nosotros, Y es la tierra o ciudad donde vivimos dignamente, y sacamos a nuestra familia adelante, y seguro que aquí dejaremos de existir, esa es nuestra verdadera tierra. Esas palabras en boca de un hombre nacido en la provincia de León, y lanzadas a los cuatro vientos entre gentes del gremio, muchos de ellos nacidos en la zona de Sanabria, esta pequeña aclaración fue hecha en una cafetería de La Calle de Castello. Barrio de Salamanca, aquella noche era sobre la una de la madrugada, nuestro trabajo no tenía horas suficientes para algunas personas, más este hombre que le seguí viendo hasta mi jubilación, me dio mucho que pensar, ya que tenía sus razones bien aclaradas, y otro día me llegó a comentar, somos humanos sin poder elegir donde nacemos, ni donde iremos al colegio, pero nos vinimos a Madrid muy jovenes para poder vivir dignamente y sin demasiados problemas. Para que nuestros hijos y descendientes no fueran una personas sin preparación, el mismo me comentó tengo dos hijos en la Universidad, y espero que saquen sus carreras, ya que desde niños les eduque para ser algo de provecho en esta sociedad actual, me llegó a decir que cuando visitaba su pueblo les contó a sus hijos como era su niñez y con lo que él y muchos jovenes del pueblo soñaban, aquellas palabras nocturnas se nos quedaron grabadas algunas personas de las que allí tomábamos café para no dormirnos en el trabajo. Hay palabras que se te quedan para siempre en tu mente, y aunque pasen muchos años las llevas contigo. La vida nos lleva por caminos diferentes, y aunque nos grite el corazón tenemos reflexiones presentes. G X Cantalapiedra.
Hace ahora unos treinta años un compañero de trabajo nos comentaba, Nosotros los inmigrantes tenemos una sola tierra, y por cierto no es la que nacimos, ya que esa situación de nacer nos la dieron nuestros padres, sin embargo, la que tenemos ahora la elegimos nosotros, Y es la tierra o ciudad donde vivimos dignamente, y sacamos a nuestra familia adelante, y seguro que aquí dejaremos de existir, esa es nuestra verdadera tierra. Esas palabras en boca de un hombre nacido en la provincia de León, y lanzadas a los cuatro vientos entre gentes del gremio, muchos de ellos nacidos en la zona de Sanabria, esta pequeña aclaración fue hecha en una cafetería de La Calle de Castello. Barrio de Salamanca, aquella noche era sobre la una de la madrugada, nuestro trabajo no tenía horas suficientes para algunas personas, más este hombre que le seguí viendo hasta mi jubilación, me dio mucho que pensar, ya que tenía sus razones bien aclaradas, y otro día me llegó a comentar, somos humanos sin poder elegir donde nacemos, ni donde iremos al colegio, pero nos vinimos a Madrid muy jovenes para poder vivir dignamente y sin demasiados problemas. Para que nuestros hijos y descendientes no fueran una personas sin preparación, el mismo me comentó tengo dos hijos en la Universidad, y espero que saquen sus carreras, ya que desde niños les eduque para ser algo de provecho en esta sociedad actual, me llegó a decir que cuando visitaba su pueblo les contó a sus hijos como era su niñez y con lo que él y muchos jovenes del pueblo soñaban, aquellas palabras nocturnas se nos quedaron grabadas algunas personas de las que allí tomábamos café para no dormirnos en el trabajo. Hay palabras que se te quedan para siempre en tu mente, y aunque pasen muchos años las llevas contigo. La vida nos lleva por caminos diferentes, y aunque nos grite el corazón tenemos reflexiones presentes. G X Cantalapiedra.