Tampoco se trata de estigmatizar todo lo que haga o diga un académico, solo por el hecho de serlo. Los tacos están ahí, pero los eructos y los pedos tras un ágape, pueden ser muy sanos y satisfactorios para su emisor, pero no creo que sea cultura de un pueblo, que se lo pregunten a los que estuvieron presentes, pasa que cualquiera discutía al sr. Cela algo semejante, porque como escritor era un fenómeno, pero como energúmeno.. había que darle de comer aparte. De todas formas, lo bueno es que nos han quedado sus obras y no sus pedos y/o eructos. Un saludo desde la soleada Santander.