LA BRUJA. Y DONCRISTOBAL bajo este inocente título se escondía un truculento cuento, con el que hacer pasar un agradable rato a los
madrileños, gente pacífica y acogedora donde los haya. Ya podía doña Carmena rodearse de personas sensatas y competentes, y no de estos niñatos que no tienen mejor cosa que hacer que provocar una y otra vez a los madrileños. No voy a explicar el contenido de la obra, ya que la mayoría lo habrá visto y oído; sencillamente repugnante con el agravante de ir dirigida a los niños, mi felicitación a los padres de las criaturas que les echaron el alto y llamaron a la policía. Ahora ponen el grito en el cielo porque les detienen, cuando saben que el enaltecimiento del
terrorismo está prohibido, como no puede ser de otra forma. Extrañada estoy que nuestra alcaldesa (lo he oído de su boca esta mañana) diga que de haber sido visto el espectáculo por adultos habría estado dentro de la
libertad de expresión. que lo diga una persona que ha ejercido de juez, sencillamente desconcertante.