No apruebo que la emisión de un espectáculo de tan ínfima calidad escénica como el emitido por los titiriteros en Madrid, que en modo alguno podía tener una clara explicación para los niños que lo observaron; acabe con sus actuantes, como vulgarmente se dice, "de patitas en la cárcel". Ahora bien, la baja calidad del argumento que con los guiñols (muñecos de trapo mal formados) se intentaba de trasladar al público, no debe impedirnos censurar severamente la mera intención de hacerlo, máxime teniendo a niños inocentes de espectadores y esta censura ha de alcanzar a todos los responsables del acto en cuestión, bien con sanciones dinerarias o bien con sanciones de ceses o dimisiones políticas e incluso con ambas cosas.
Otra cosa, es privarlos de su libertad individual con penas de cárcel preventivas como les ha ocurrido a los actuantes titiriteros que estoy seguro no servirá para su integración social, quizás al contrario, con esto, teniendo en cuenta que tendrán muchos defensores de su acción, puede que se envalentonen y sus actuaciones futuras sigan una línea aun más perversa y estén encaminadas a contentar a estos que los defienden.
Por otra parte, entiendo que si hace poco días un juez dejó en libertad con cargos a Joaquín Benítez, el ex profesor de gimnasia de la escuela de los maristas del barrio de Sants, en Barcelona, acusado de abusar sexualmente de varios de sus alumnos; la defensa de los niños madrileños es poca justificación para encarcelar a los titiriteros.
saludos
Otra cosa, es privarlos de su libertad individual con penas de cárcel preventivas como les ha ocurrido a los actuantes titiriteros que estoy seguro no servirá para su integración social, quizás al contrario, con esto, teniendo en cuenta que tendrán muchos defensores de su acción, puede que se envalentonen y sus actuaciones futuras sigan una línea aun más perversa y estén encaminadas a contentar a estos que los defienden.
Por otra parte, entiendo que si hace poco días un juez dejó en libertad con cargos a Joaquín Benítez, el ex profesor de gimnasia de la escuela de los maristas del barrio de Sants, en Barcelona, acusado de abusar sexualmente de varios de sus alumnos; la defensa de los niños madrileños es poca justificación para encarcelar a los titiriteros.
saludos