Pipa en brazos de mi madre el día que cumplió dos añitos.

Sé que hay personas que ven exagerada y ridícula esta forma de tratar a los perros, pero la verdad es que me importa un pimiento lo que piensen. Uno de los amores más puros y desinteresados que conozco, es el que te ofrece un perro, y yo, les correspondo de la misma forma.