Tengo a mi perrita Suska más decaída que los calcetines de un crío.
Ayer estuvimos en un alto tomando fotos y estaba tan flamenca, como se puede apreciar en la foto, dándole el aire fuerte que zumbaba por allí arriba.
Hoy está tan decaída que hasta la tengo que coger en brazos para bajarla y subirla de la calle. Y es que ayer por la tarde la pusieron la tercera dosis de la vacuna contra la leishmaniosis y la ha dado una pequeña reacción, pero como ella también es pequeña y además una vivaracha, un puro nervio, se la nota más. No sé si se conseguirá efectividad contra el leishmania infantun de las narices o no, pero por si acaso me he fiado de la recomendación del veterinario y la hemos vacunado.
Ya se me han muerto tres perros por la dichosa enfermedad, tras de largos tratamientos farmacológicos que no sirvieron de nada. Al menos contra la enfermedad, ya que para alargarles el sufrimiento sí que sirvieron, además de ser más costosos que la vacuna, que entre el análisis preliminar (10€), por ver si el perro está sano y no ha contraído la enfermedad, y las tres dosis (40/una), la suma ha sido de 130€.
Creo que para alguien que se quiere como a una hija no es dinero y se da por bien empleado si además con ello se ataja la enfermedad.
Ayer estuvimos en un alto tomando fotos y estaba tan flamenca, como se puede apreciar en la foto, dándole el aire fuerte que zumbaba por allí arriba.
Hoy está tan decaída que hasta la tengo que coger en brazos para bajarla y subirla de la calle. Y es que ayer por la tarde la pusieron la tercera dosis de la vacuna contra la leishmaniosis y la ha dado una pequeña reacción, pero como ella también es pequeña y además una vivaracha, un puro nervio, se la nota más. No sé si se conseguirá efectividad contra el leishmania infantun de las narices o no, pero por si acaso me he fiado de la recomendación del veterinario y la hemos vacunado.
Ya se me han muerto tres perros por la dichosa enfermedad, tras de largos tratamientos farmacológicos que no sirvieron de nada. Al menos contra la enfermedad, ya que para alargarles el sufrimiento sí que sirvieron, además de ser más costosos que la vacuna, que entre el análisis preliminar (10€), por ver si el perro está sano y no ha contraído la enfermedad, y las tres dosis (40/una), la suma ha sido de 130€.
Creo que para alguien que se quiere como a una hija no es dinero y se da por bien empleado si además con ello se ataja la enfermedad.