Laicos, religiosos, filósofos… no son sinónimos de nada para éste tema y en éste tiempo. La integridad de la persona sería muy incómoda y no bastaría para encauzar el ánimo de enriquecimiento ilícito dentro del poder. Creo que consiguiendo en nuestra democracia, la independencia total de los poderes Legislativo y Ejecutivo que eliminaran el AFORAMIENTO, la PRESCRIPCIÓN de los delitos para evitar la dilatación de los procesos y sentencias firmes y ejemplarizantes, sería más que suficiente. Sin olvidar a aquellos procuradores que defienden, a sabiendas, la culpabilidad de sus defendidos. Un saludo