Yo puedo asegurar como viuda de Samuel Palomar, enfermo de Alzheimer, que esta enfermedad, tan presente en nuestros días y que deja tantas familias destrozadas, representa, para el cuidador principal del enfermo, una experiencia agotadora y frustrante, al tener que vivir día a día el deterioro progresivo de la función mental de la persona que amas, esperando pasivo e impotente su triste final. Tu vida cotidiana da un giro de ciento ochenta grados, pasando bruscamente a otra, desconocida y agotadora. Al principio, la situación es tan abrumadora y desconcertante, que te desborda y tratas de paliarla mediante actitudes diversas, y a veces disparatadas, incluso la de negar la evidencia. Pasado algún tiempo y con más calma intentas poner en orden tus ideas marchando contra reloj, en lo que realmente es una carrera de fondo y te faltan horas al día para hacer cosas, dando algún que otro palo de ciego, fruto de la desesperación e inexperiencia. Luego tratas de adquirir información sobre el tema, aprovechando todas las fuentes posibles: libros, revistas, asociaciones, familiares de afectados... Finalmente, y a medida que empeora la situación, tienes que recurrir a la ayuda de familiares y amigos.
Otro aspecto de este drama familiar, es que la salud del cuidador principal también se resiente ante la angustia y el estrés diario que se van acumulando, con el consiguiente cansancio físico y psíquico. Aparecen la depresión, el insomnio y un cierto sentido de culpabilidad.
Por fin comienzas a ver la luz del túnel porque crees tener el control de la situación, apoyada en ayudas externas. Entonces tomas las riendas, poniendo en práctica las estrategias y conocimientos adquiridos, plantando cara a una situación cambiante y a veces límite.
Ojalá queridos amigos, este tema abierto sirva para ayudaros, sino con mi experiencia, porque no la necesitéis por estar mejor informados o por haber llegado lamentablemente tarde, si con el hecho de desahogaros contando la vuestra actual o pasada.
Un abrazo.
Yosefín
Otro aspecto de este drama familiar, es que la salud del cuidador principal también se resiente ante la angustia y el estrés diario que se van acumulando, con el consiguiente cansancio físico y psíquico. Aparecen la depresión, el insomnio y un cierto sentido de culpabilidad.
Por fin comienzas a ver la luz del túnel porque crees tener el control de la situación, apoyada en ayudas externas. Entonces tomas las riendas, poniendo en práctica las estrategias y conocimientos adquiridos, plantando cara a una situación cambiante y a veces límite.
Ojalá queridos amigos, este tema abierto sirva para ayudaros, sino con mi experiencia, porque no la necesitéis por estar mejor informados o por haber llegado lamentablemente tarde, si con el hecho de desahogaros contando la vuestra actual o pasada.
Un abrazo.
Yosefín