Ayer se supo que Juan Carlos I se construyó en 2007 un pabellón de caza con una cámara acorazada para guardar sus escopetas, que costó 2 millones de euros al erario público. ¿Qué tipo de armas querría guardar nuestro querido monarca en semejante caja de seguridad forrada en madera de Oregón?
Pues cosas como este rifle de caza, con el escudo de la corona
española y profusamente decorado con incrustaciones de oro de 24 quilates, platino y la mira telescópica fabricada por la casa Swarovski, que corresponde a un encargo “muy especial” realizado por el grabador de armas de fuego norteamericano Mike Dubber, uno de los más cotizados del mundo.
Tan especial es el rifle que es digno de un rey; concretamente de nuestro monarca, que lo encargó a principios del año 2006, posiblemente con la intención de llevárselo a la infame cacería de Botsuana en la que apareció retratado junto a un elefante recién abatido.