Discurso del rey:
Pobre, facilón, frío insípido y nada comprometido.
Pobre, facilón, frío insípido y nada comprometido.
¿Qué querías que crucificara al padre?, os quedasteis con las ganas, ¡hala hasta otra!, jajajajajajaja.
Pensar que alguien pudiera pensar, valga la redundancia, que el Rey iba a crucificar a su padre ni a nadie, en el discurso de Nochebuena, solo se te ocurre a ti.
No me refería precisamente a eso.
No me refería precisamente a eso.