Una vez mas dos varas de medir. El acoso a la casa particular de la vicepresidenta es democracia y lo mismo a la ministra del PSOE es acoso.
Las redinbicaciones a la calle, no a la casa de nadie.
Hoy Esperanza Aguirre, con sus ocurrencias y con mucha razón comentaba que ella tanbien le puede mandar al juez las juventudes de su partido a su casa en plan pacifico a ver que le parece.
Saludos
Las redinbicaciones a la calle, no a la casa de nadie.
Hoy Esperanza Aguirre, con sus ocurrencias y con mucha razón comentaba que ella tanbien le puede mandar al juez las juventudes de su partido a su casa en plan pacifico a ver que le parece.
Saludos
Yo creo que no es comparable, por mucho que os empeñeis los defensores del pp. A la Ministra socialidta además del escracher se le escribieron cartas amenazadoras, y que yo sepa, a protestar y a manifestar descontento tenemos dedecho todo el mundo. Al psoe, no le has oido nunca justificar ni estar de acuerdo con los escracher con nadie, el fiscal general no denunció, no hubo sanciones administrativas de miles de € y mucho menos cambiaron las leyes porque los jueces no les dieran la razón para que no se pudiera judicializar el asunto. Así que los que teneis dos varas de medir sois vosotros, como en casi todo. Os quedais en la superficie y tan anchos. Hay que ver todo y así pidreis juzgar con equidad.
Saludos y a tener una visión más completa.
Saludos y a tener una visión más completa.
¡Ay CLARA, AY! Extensivo a toda la izquierda. ¡Ay... izquierda... ay! ¡Pero qué "retorcios"! Cuando os interesa una acción y suele esta izquierda española sacar rentabilidad de las manifestaciones contra la derecha si está bien hecho, pero cuando es al contrario: " a las barricadas, que nos atacan". ¡Ay, en qué país de los c..... s vivimos!
Un saludo a la izquierda que todo lo ve al revés cuando interesa, y cuando no interesa... ¡Socorro! Vamos a ver si somos coherentes de una puñetera vez y llamamos las cosas por su nombre: al pan pan, y al vino vino.
Un saludo a la izquierda que todo lo ve al revés cuando interesa, y cuando no interesa... ¡Socorro! Vamos a ver si somos coherentes de una puñetera vez y llamamos las cosas por su nombre: al pan pan, y al vino vino.